CAP 34

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Habían pasado como diez días desde que escapamos de aquel mercenario. Y habíamos pasado por muchas cosas. Había viajado al mundo de los espíritus con Aang y el avatar Roku, para conocer su historia con el señor del fuego Sozin.

También había descubierto el "sangre control" junto a Katara accidentalmente para protegernos de una mujer maestra sangre que se aprovechaba de los animales y de las demás personas porque le habían hecho daño en el pasado. Aquel día fue un día terrible para Katara y para mí.

Toph me había enseñado perfectamente tierra control, me enseñó a ver con los pies mediante las vibraciones de la tierra, y aprendí que incluso el metal tiene pedazos de tierra, a lo cual llamamos metal control.

Aang y yo habíamos estado practicando mucho el aire control, y ya lo dominaba perfectamente.

Si fuera el avatar, sería un avatar completo.

Pero como akiva estoy fracasando, y falta menos de una semana para la invasión durante el eclipse.

Todos ya nos encontrábamos en el punto de encuentro, y Aang no paraba de estresarse sin poder dormir.

Yo estaba igual, intentando equilibrar mis poderes de akiva y hacer todo lo que se supone que debería poder hacer. No digo que no aprendí nada, porque aprendí demasiado, pero aún no era ni la mitad de lo que yo debía ser.

Cuando llegaron todos nuestros guerreros el día de la invasión, cada uno de mis amigos se reencontró con algún ser querido.

Yo me sentí sola en ese momento, hasta que vi a un rubio que había visto pero ni siquiera conocía. Mi mandíbula llegaba hasta el suelo de la gran sorpresa que tenía.

–La chica linda que resultó ser la akiva. –Sonrió el chico que me había coqueteado en uno de los pueblos de la nación del pueblo.- ¿Me recuerdas, preciosa? ¡Soy Jim!

–¿Qué haces tú aquí? –Fue todo lo que pude decir.

–Soy un soldado en cubierto del reino tierra. –Sonrió ampliamente, lo cual causó aún más confusión en mí.

–¿Soldado en cubierto?

–Es una larga historia. –Sonrió.

–¡Jazz, ven aquí! –La voz de Aang me llamó, y fui hacia él, seguida del rubio.

Me presentó a un señor que parecía ser un científico loco y a su hijo, quien era un lisiado que andaba en una silla de ruedas.

Me entregó un palo igual al de Aang.

–Es un planeador. Especial para la akiva. –Explicó el niño.

Miré a Aang y lo abrí. Sus alas eran de color verdoso, igual que mis ojos. Sonreí ampliamente y corrí para probarlo junto a Aang.

Ambos subimos hasta una roca muy alta y nos lanzamos, para comenzar a planear sujetados de nuestros nuevos planeadores.

Hicimos una carrera y no paramos de reír por mucho tiempo.

Siempre había querido volar así.

Todos subimos a las embarcaciones y nos dirigimos a la nación del fuego. Era el día de la invasión.

ZUKO'S POV:

Había tomado una decisión, luego de haber pasado un mes en casa. Pensé por mucho tiempo, y volví a hablar con mi tío. Mi corazón había aclarado todo, y me correspondía seguir mis instintos y mis deseos.

Porque yo quería a Jazz. Mucho más que eso.

Demonios, realmente la amaba.

Y me había tomado tres meses de una relación falsa con Mai darme cuenta de aquello, aunque sabía que Jazz probablemente me odiaba y nunca me perdonaría, tenía que buscarla.

Tenía que regresar con ella.

Tomé un pergamino para escribirle a la única persona a la que le importaba realmente aquí. Y esa persona, era mi novia futura exnovia, Mai.

Escribí:

"Mai:

He pasado un agradable tiempo a tu lado. Pero no es suficiente. No me siento bien conmigo mismo. No me siento bien estando aquí, estando con mi padre, Azula y contigo. Es mi deber seguir a mi corazón, y mi corazón me dice que no pertenezco aquí, junto a ninguno de ustedes.

Iré a buscar mi destino a donde sea que se encuentre.

Terminamos.

Te deseo lo mejor del Mundo.

Zuko."

Entonces dejé el pergamino donde ella lo encontrara, y me fui de allí.

El príncipe y la akiva (Príncipe Zuko)Where stories live. Discover now