64. Llámalo «amor»

338 38 42
                                    


Una semana después...

Dallon
Brendon estaba sentado frente a mí, en la cama de un hotel de Los Cabos.

Revisa un montón de hojas, la planeación de la boda. La verdad es que eso nos ha tenido bastante ocupados estos últimos días, y también bastante emocionados. Es increíble la mirada que Brendon tiene al hablar de ello, cómo sus ojos brillan cuando le recuerdo que pronto nos casaremos. Y a mí, en particular, me hace sonreír cada vez que me lo mencionan.

—Patrick, Andy, Lisa, Sarah... Oye, amor, ¿quiénes son Harold y Linda? —Me mira a través de sus lentes, revisando la lista de invitados.

—¡Ah!, son mis padres. —Parece confundido—. Sí... Creo que no hablo mucho de ellos, es que estamos algo distanciados. Pero creí que sería lindo invitarlos.

—Oh, ya... Está perfecto.

Anota algo. Y percibo algo extraño en él.

—¿Todo bien? —digo.

—Sí, sí. Bien, claro. —Lo miro fijamente. Él suspira, sabiendo que lo conozco demasiado como para no darme cuenta de que pasa algo—. Ya, es una tontería. Es que... ¿y si no les agrado a tus padres?

Río por lo bajo, y lo miro de nuevo, incrédulo.

—Bebé, ¿cómo crees? —Me acerco a él, y acaricio su mejilla—. Eres el mejor novio del mundo, estoy seguro de que ellos te van a amar tanto como yo.

Sonríe un poco, y entonces me acerco para plantarle un beso en los labios.

—Ey —dice, cuando nos separamos—. Te quiero.

—Yo también, Brendon.

Se queda pensando. Afuera se escuchan las olas... Alcanzamos a reservar una habitación con vista al océano.

—Acabo de recordar algo, de la semana pasada cuando estábamos en el aeropuerto —comenta; yo hago un esfuerzo por recordar ese día..., estábamos ebrios y mi memoria parece haber borrado varias cosas.

—Ah, ¿sí?

—Sí. El día después de que te pedí matrimonio; íbamos a regresar a casa, pero perdimos el vuelo. Entonces estábamos en el bar del aeropuerto y tomamos bastante...

»El punto es que me preguntaste algo... ¿Qué era? Fue algo muy emocional, recuerdo que te contesté algo lindo y... quería decirlo ahora, pero no recuerdo.

. . .

Aeropuerto de Morelia, Michoacán.
Unos días antes...

Anochecía, en silencio. La ciudad era pequeña, y a pesar de no haber casi nadie dentro, el aeropuerto seguía abierto. Estos dos hombres habían perdido el vuelo, así que decidieron pasar la noche ahí hasta mañana saliera el siguiente, a Las Vegas.

Habían tomado un poco..., o tal vez mucho, para entonces.

—¡Es que no lo entiendo! —Dallon dejó caer una lágrima— ¿Cómo es que una persona tan hermosa como tú pudo enamorarse de mí..., de esta cosa..., de esta basura?

Primero el ojicafés pareció conmovido con aquella pregunta, pero tras analizarla un segundo, se molestó de repente, y le tiro una bofetada al alto de ojos azules.

—¡¿Basura?! ¡Ey, no te atrevas a insultar a mi Dallon, inútil!

El mencionado puso la mano en su mejilla, y soltó un quejido de dolor, mientras miraba confundido a su pareja. Brendon ahora estaba sobresaltado.

♡ Bubblegum | Brallon ♡Where stories live. Discover now