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- Bebe, te lo juro, en esa oficina todos somos como muy amigos al punto de olvidar que tratamos con nuestros jefes – Suspiro Jeonghan, acomodando un poco la portátil que tenía apoyada en sus piernas – Nunca me espere que mi entorno de trabajo fuera de esta forma. Pero no es que me estoy quejando, al contrario, estoy aliviado – Soltó un largo bostezo el coreano, pues ya eran las diez de la noche luego de un día lleno de trabajo debido a un nuevo proyecto.

- Amor, me alegro de que te este yendo bien y que tengas compañeros de trabajo tan divertidos, ¿Ves? Tan solo tenias que confiar en ti – La dulce sonrisa que le daba el americano desde la pantalla realmente le entregaba tranquilidad – Te vez cansado Hannie, asi que ve a dormir, mañana seguimos hablando porque me parece suficiente el saber que no tienes muchos problemas – Asintio algo triste de que fuera tan corta la videollamada, pero su cuerpo realmente le pide dormir.

- Joshua... ¿Tu crees poder venir algún dia de visita? – Ya llevaban tres meses lejos el uno del otro, por lo que anhelaba tenerlo entre sus brazos para llenarlo de besos y caricias. Noto un ruido raro viniendo del lado del americano y como este levanto la mirada para hablar en japonés a cierta persona, mientras tenía una expresión muy seria. Pero que en cuanto volvió a centrarse en la pantalla y Jeonghan, volvió a reflejar ese amor y ternura de siempre, junto a algo de tristeza.

- Lo siento amor, he estado bastante ocupado con el trabajo además de ayudar al nuevo universitario a acostumbrarse al idioma y la cultura de aquí. Chan es un niño que realmente promete en su área – Le entristeció saber que no podrían estar juntos, aunque sea unos días – Te amo mucho mi amor, asi que solo te pido paciencia además de que cuides tu salud. Buenas noches y hasta mañana, descansa – Tiro un beso a la pantalla para luego sonreir con ternura.

Luego de otro par de dulces palabras de despedida, cortaron la videollamada y siguieron en lo suyo. Jeonghan se sentía apenado al no poder besar esos labios de los que era adicto, pero la sola idea de que al final de todo su esfuerzo al fin podría volver junto a Joshua, realmente le llenaba de determinación y energía. Ya más tranquilo, dejo su portátil guardada para finalmente meterse bajo las mantas y caer dormido rápidamente.


Por otro lado, algo muy diferente estaba pasando.


- Woozi, ¿Ese idiota ha confesado alguna cosa? – Alzo la voz mientras guardaba el móvil con el que había tenido recién la videollamada con su pareja, algo triste de que haya durado tan poco, pero la verdad es que estaba algo ocupado. Se colocó una máscara y salió de la oficina por una puerta que daba paso a unas escaleras que iban hacia abajo, para luego entrar a una descuidada habitación.

- No, sigue murmurando insultos, supongo que está esperando pacientemente a que acabe el "descanso" – Sonrió con maldad bajo su mascara, para luego con brusquedad tomar la mandíbula de aquel hombre de mediana edad, quien tenía la cara llena de golpes y tenía algo de sangre cayendo por su nariz y boca. Golpeo con rapidez el estómago del hombre para quitarle el aire un momento.

- ¿Puedes avisarle a Ren que ocuparemos la habitación un par de horas más? – Con tranquilidad estiro sus brazos como si calentara antes de un ejercicio, seguido de que peino su cabello hacia atrás y miro fríamente al hombre, para luego caminar lentamente a una cama en donde había una caja de donde saco unos guantes que se colocó de inmediato junto a algo parecido a una bata de laboratorio – No quiero ensuciarme con tu sucia sangre, así que ¿Podrías hacerme el favor de decirme el nombre de tu jefe? – Un mordaz japonés salió de sus labios mientras caminaba hacia el hombre que reflejaba terror en sus ojos.

...


Los días pasaban y pasaban hasta formar semanas y luego meses... en un inicio lo único que le mantenía motivado a todo aquello era la idea de volver junto a Joshua, pero luego comprendió que todo esto era algo para el mismo, para su propia felicidad que también incluía al americano, pero junto al poder al fin progresar laboralmente. Además de esto, se había hecho muy amigo de quienes conoció primeramente en la empresa, quienes le ayudaron sin problema a adaptarse y tomar ritmo al trabajo, disfrutando juntos cuando estaban ligeros en trabajos, y sufriendo cuando tenían la fecha limite frente a ellos. Al ser de los primeros al unirse en la parte coreana de la empresa, sumado a lo productivo que era en su área, se volvió un empleado y hyung ejemplar en el que todos confiaban.

Todos los días le daba un resumen a Joshua sobre su día, quien feliz le escuchaba y daba sabias palabras como consejos o ánimos, en donde siempre terminaba con frases muy románticas y cursis que le daban vergüenza, pero hacían feliz. Fue difícil, pero lo estaba sobrellevando bien al centrarse en su trabajo y valorar cada interacción con su pareja a través del bendito internet.

A veces quedaba confuso pues no lograba reconocer el fondo de la videollamada, o que a veces estaba muy oscuro a pesar de ser medio dia en Estados Unidos, escuchaba sonidos raros y el americano a veces se veía muy agotado que ni si quiera se daba cuenta que tenia una mancha rara en el cuello o la ropa. Estaba ligeramente preocupado, pero confiaba en que todo estaba llendo bien.

El tiempo siguió pasando y toco finalmente que Jihoon y Seokmin volvieran a Corea, a quienes recibió muy feliz e invito a comer de inmediato. Se pusieron al día y conversaron de distintas cosas entre risas. Algo que le hizo feliz fue que Woozi le entregara un paquete que era un regalo de parte de Joshua, el cual trataba de un álbum de fotos en donde había varias de ellos cuando pequeños y luego de las que se habían tomado en Estados Unidos con el resto. Estaba conmovido y feliz, pero algo que le susurro el pelirosa le desconcertó un poco, lo cual fue "Debo confesarte que nunca me imaginé que Joshua fuera del tipo vengativo", para luego cambiar de tema, sin explicar la razón de esas palabras.

El tiempo siguió pasando, bastante rápido debido a lo ocupado que era cada dia, tanto que no se dio ni cuenta de que desde que había vuelto a Corea, ya pasaron 17 meses. Se sorprendió mucho ante aquel detalle que le comento Seungcheol mientras bebían un poco un viernes luego del trabajo. ¿Cuándo? ¿En qué momento paso tanto tiempo? Si bien Joshua seguía comunicándose con él por mensajes o llamadas, ¿Seguiría esperándolo con los brazos abiertos?

Save by Jisoos (JIHAN)Where stories live. Discover now