-Vaya, gitana... ¿No que eras tú aquí la romántica?
Su pregunta me confundió más de lo normal.
No sé a qué venía eso. ¿Acaso me veía cara de nena buena o qué? Elevó una ceja y yo forcé la mejor de mis sonrisas.
-En el fondo soy muy romántica, señorito. Si te mando a la mierda, lo hago de todo corazón- le guiño un ojo y entonces me levanto.
Camino a paso rápido hacia mi bolso, encima de la mesa, y tras colgármelo me dirijo hacia la puerta.
-Gracias por vuestra atención, chicos. Nos vemos mañana.
Y tras eso salgo sin echarles una mirada.
Escucho cómo empiezan a reprochar a Tristán, pero no tenían razón para hacerlo.
Al fin y al cabo, bicho malo nunca cambia.
Al llegar a casa, ni si quiera comí.
Me dirijo a mi habitación y me dispongo a cambiarme de ropa inmediatamente.
Tenía una llamada perdida de Lucas y como le llamé y no me respondió, pues opté por ir cuanto antes al hospital.
-¿Adónde vas, hija?
La voz de mi madre cuando entra a mi habitación me hace subirme los pantalones vaqueros rápido y me giro para mirarla.
-Tengo que... ¿Estás bien?
Mi pregunta la hace llevarse su mano al cuello y sonreír.
-No te preocupes cariño, estoy bien. ¿Responderás a mi pregunta?
A mí no me engañaba.
Tenía unas ojeras de miedo y sus labios estaban agrietados, señal de que se los había estado mordiendo, señal de que había estado llorando.
Conocía muy bien a mi madre tanto, que omito decirle que ésa sonrisa falsa no engaña a nadie. Pero si en serio todo estaba bien, entonces no pensaría más en el asunto.
Ya que confiaba en mi madre y ella siempre me contaba las cosas.
-Iré al hospital, el doctor de Fátima quiere hablar conmigo- susurro recogiéndome el pelo en una coleta.- No me esperéis para cenar, compraré comida basura y cenaré en casa de Fátima.
Y tras eso, salgo a toda prisa, con las llaves del coche en la mano.
Me cruzo con Rosaly en el pasillo y frunzo el ceño al verla con una capucha.
Camina rápido hacia su habitación y yo frunzo el ceño. La sigo y me sorprendo cuando pone el cerrojo a su puerta.
-¿Pero que mierda...? - me giro y pillo a mi madre mirándome desde mi habitación.
Enrolla las manos alrededor de sus brazos.
-Tus abuelos han vuelto hoy a California y... No lo lleva bien.
Asiento lentamente, sin despegar mi mirada de ella.
Soy psicóloga, estudio el comportamiento de la gente y a veces sé sus movimientos antes de actuar.
Igual que se que hay algo que no va bien.
-¿Y papá? - fue como sacar al anticristo, ya que sus manos se congelaron sobre sus brazos, dejando de acariciarlos.
Inspira hondo y vuelve a forzar ésa sonrisa que me saca de quicio.
-En el rancho de los vecinos... Ayudando.
Vuelvo a asentir lentamente y sin esperar a que la cosa vaya a peor, salgo de casa dando un portazo.
No paro de pensar en el tema de mi familia y en lo raros que estaban. Cuando llego al hospital, el móvil suena.
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GITANA✓
RomanceMe encontré segura en el sitio menos seguro. *** Queda prohibido, sin autorización escrita del autor, bajo las denuncias establecidas por las leyes, la reproducción total, adaptación, distribución y plagio por cualquier medio o procedimiento. TODOS...