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AVISO: Me he tomado muchas molestias para escribir este capítulo que me ha quedado tan divino, y sé que os va a dejar marca. Así que quiero que dejéis vuestro comentario diciéndome vuestra más sincera opinión sobre éste capítulo.
No subiré hasta que vea que la mayoría de los visitantes comentaron.
With all the love, Genevaxxx

-No hay razón para ser tan maleducada.

Juro que quise estrellar mi puño contra su hermosa mandíbula en ese momento.

Le dí un empujón en el pecho que lo hizo soltarme del brazo y dar un paso hacia atrás, mirándome con el ceño fruncido.

-¿Me hablas tú de educación, Tristán? - gruño acercándome hasta que le tengo a escasos centímetros.

Cuando me llegaban a tocar lo que no tengo, mi faceta de chica tranquila quedaba a un lado.

-Hay personas por las que yo dejaría la piel, por más difícil que me pongan las cosas, como tus compañeros- ladro bajo su indescifrable mirada- Pero  cuando espero que alguien me dé lo mismo que doy yo, me dan de lado, como si fuera un simple juguete roto- mis ojos escuecen pero me mantengo firme- No, a veces no soy la mejor compañía y estaría mejor tirada en la cama, o en el sofá, que contándote mis penas una y otra vez, si es que en algún momento me llegaste a escuchar- mi voz sale rota y veo cómo sus ojos cambian y borran su faceta dura- Te confié cosas y te dije todo, confié en ti, dándote a saber lo que pocas personas saben y tú decidiste darme una puñalada por la espalda... - niego mirándole con asco y en cierto modo me sorprende el que baje la cabeza- Pero hubiera sido mejor salir corriendo.

Me doy la vuelta para entrar a mi habitación pero antes de cerrar la puerta, su mano empuja la puerta fuertemente.

-Te dije cosas que tampoco le dije a nadie antes- gruñe, como si estuviese enfadado conmigo. ¿Qué mierda le hice yo? - Te dije que me tengo que controlar de alguna manera cuando siento que un ataque viene, y me controlé... Solo que tuve que herir con palabras, en vez de empezar a estrellarlo todo.

Me deja muda.

Suelto la puerta y le miro con las cejas alzadas. Y no porque creía tener el derecho para estar enfadado conmigo, sino porque no creí que fuera era así.

-No creí que fueses de esas personas... - digo aún con una mueca de asco en la cara y cierro los ojos cuando estrella su puño contra la puerta.

-¿Y me quieres decir de qué tipo de personas soy, gitana? - lo dice tan bajo y tan cerca de mi cara que por unos segundos logra hacerme sentir insegura.

Está temblando de la ira y aprieta la mandíbula tanto que temo que se rompa algún diente.

Aunque pensándolo bien, que se los rompa todos. Así no habrá más chicas que caigan ante esa perfecta sonrisa de... ¿Pero qué mierda estoy diciendo?

El me hirió con las palabras, así que yo pensaba darle a probar de su misma medicina. Dí un paso más adelante, y sentí su respiración caer sobre mi cara.

-Eres de esas personas que son una mentira disfrazada de verdad, de las que son el odio con una máscara de fuerza, la muerte alimentándose de la debilidad- deja de apretar la mandíbula y me mira, con la boca abierta- Eres un ser atractivo por por fuera, pero por dentro, lleno de odio y desamor, lleno de mentiras y engaños, ¿Cómo se puede vivir de esa manera?, haciéndole creer a las personas que tienen a alguien en quien apoyarse y a la hora de la verdad, no estás para ayudarles, por el contrario, intentas hacer que caigan al vacío, y todo por una simple razón... quieres que sean tan infelices como tú lo eres- sabia perfectamente que eso lo afectaría y me lo hizo saber dando un paso hacia atrás, como si le hubiese golpeado- Pero algún día  notarás que te falta algo, ese algo es el apoyo, la ayuda, el cariño, la atención y la felicidad que debiste dar.

GITANA✓Where stories live. Discover now