A Jimin no le hace gracia que Jeongyeon forme parte de un drama. Sus celos no ayudan a que su cabeza funcione correctamente. La idea de que su novia pase mucho tiempo en el set de grabación con alguien, no es un pensamiento feliz. La única forma de...
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Las cosas se calmaron bastantes, y cuando digo cosas me refiero a que deje de preocuparme y trato de pensar positivo. Pienso que el drama será genial, que no afectará ni mi carrera ni mi relación y que saldré airosa de todo esto. Tal como Jeongyeon siempre es.
El sonido del timbre anuncia la llegada de mi persona especial. He estado esperando por él ansiosa, abro la puerta y encuentro un gran ramo de flores.
- Las flores sienten vergüenza al ver que la chica frente a ellas es más hermosa - su declaración me sonroja.
- Oppa son hermosas - y lo digo enserio, es un arreglo hermoso y se ve caro.
- Hola preciosa - desde el otro lado de las flores saluda - ¿Puedo pasar?
- Perdón, si adelante - le doy paso y el pasa con rapidez. Algo es diferente hoy. Pero no puedo identificar qué.
- ¿Dónde quieres que las ponga?
- En la mesita por favor - pido, él las baja con cuidado, realmente es un ramo enorme - me gustaría que las chicas la vean cuando regresen.
- ¿No están? - pregunta depositando el ramo con dificultad.
- No, se fueron al sauna - me acerco a el y lo abrazo, extrañaba su olor - Sana insistió y yo agradecí en el fondo de mi ser.
- Le debo una a Sana en ese caso - dice, siento su sonrisa en mi cuello.
Luego, suavemente deposita un beso en mi clavícula derecha y yo pierdo el conocimiento por un mínimo segundo. Después con tortura besa mi cuello hasta llegar a mis labios quienes lo esperan ansiosos. Nos besamos lento, sin rastros de deseo, sólo expresando añoranza y amor.
- ¿Tienes hambre? - pregunta un rato después.
- Si, ¿oppa quiere salir?
- No - sonríe de costado, esa sonrisa siempre me da la sensación de cosas inapropiadas - voy a cocinar para ti.
No puedo esconder mi asombro, realmente no me esperaba algo así.
- ¿El gran Park Jimin va a cocinar para mi? - uso un tono extremo para molestarlo.
- Debes sentirte halagada - toma mi mano y nos dirigimos a la cocina - no hago esto por casi nadie, sólo por quienes amo.
Una vez más su declaración me derrite el corazón, amo cuando es dulce y hoy está siendo una isla de azúcar.
- ¿Cuál será el menú del chef el día de hoy? - pregunto. Me siento en un taburete para observarlo.
- Es una sorpresa - dice con una sonrisa de lado - La señorita debe esperar.
Empieza a casar utensilios de cocina e ingredientes como si conociera la ubicación de memoria. Armoniosamente empieza a cortar verduras y poner el fuego, esta vista definitivamente es de una en un millón. Soy muy afortunada.
