Capitulo 05

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-¡Esta vez la atraparemos! -Dijo Yuna

-Nada nos podrá detener, esta táctica es infalible. -sonrió Yerin

-Caerá en cuanto venga hacia nosotras.

-Dios, ¿pueden dejar mi celular? -Bufo la pulgarcita.- Tan solo les mostré una foto, ¿Como terminaron con ese juego?

-Fue el llamado de la naturaleza. -respondió la de piel blanca sin levantar la vista del aparato.

-Claro, olvide que eras salvaje.

Cual película de terror la mayor levanto su mirada.

Eunha, Yuna y SinB miraban la escena con curiosidad y por seguridad, disimuladamente, comenzaron a prepararse para evitar una guerra.

-¿Tu quieres morir no?

-Oh, ¿con que me matarás? ¿Con tu instinto animal de simio? Uh uh ah ah.

-¡Oye! ¡Solo yo puedo insultarla así! -pasando de la ira que se sentía en el ambiente todas miraron a SinB que había interrumpido de una forma extraña. - Eh, quiero decir que, ¿podemos mantener la calma por unos minutos?

-Bien, lo haré cuando tu novia me regrese mi teléfono. -se cruzó de brazos esperando la devolución.

-¡¿Que?! ¡Ella no es mi novia! -SinB había subido su tono de voz inconscientemente.

-¿Ella? ¿Mi novia? Quedatela tú, nunca saldría con ella. -regreso el objeto de mala gana.

-Mejor dicho, yo nunca saldría contigo. -corrigió la Eunbi menor.

-Dios paren de discutir. -las detuvo Yuju masajeando sus cienes.- Las tres son un dolor de cabeza.

-Esta bien, como tu digas, pero yo solo digo que los sentimientos no se enfrentan así.- Negó Yewon.

-Maldita perr...-la de piel blanca estuvo a punto de pararse de no ser porque el brazo de Eunha se interpuso.

-Miren allí, entrando, su cara me resulta familiar. -Eunha, con su pequeña cara redonda, señaló a una chica muy alta entrando al establecimiento.

-Tiene el mismo uniforme que nosotras idiota, de seguro te la has cruzado cientos de veces. -respondió SinB rodando los ojos.

- No lo creo, se que la vi pero estoy segura que no me olvidaría de...ella.

-Es Kim Sojung, ella estaba en la foto que les estaba mostrando hace poco antes que me quitaran mi celular, ella va junto a mi en la clase de literatura y escritura, realmente es una de las mejores.

-Llamala, parece que vino sola. -propuso la mayor de las Jung.

-No, nunca me relacione mucho con ella, sería incómodo.

-Eunbi, cierra la boca, se te cae la baba sobre mi pastel. -se quejo Hwang a lo que todas rieron y la pequeña solo atino a ruborizarse levemente.

¿Cuando no?

-Ja, Ja, Muy graciosas. -sonrió con sarcasmo la de pelo corto mientras metía otro trozo de pastel a su boca.

Umji sonrió de lado y miro a quien estaba intentando atragantarse con comida para no mirar a la chica que acababa de sentarse a unas cuantas mesas de la suya.

-O tal vez si la vaya a saludar. -hablo de repente.- Vamos Unnie.

-¿Fe? -levanto su cabeza sorprendida aun masticando.

-Vamos a saludarla.

-Mefor fo. -trago por fin.- Tu lo dijiste, sería incómodo.

-De ninguna manera, vamos. -tomo de la mano de la chica y la arrastró hasta la mesa de la más alta.

-Hola Unnie.

-Oh, hola Umji, ¿Que haces aquí?

-Vine con una amiga y su grupo, ella es Eunha.

-Creo que te he visto varias veces, disculpa que no sepa tu nombre.

-J-jung Eunbi. -definitivamente Eunha se estaba sintiendo una idiota.

-Entonces, ehm, te vi algo sola y pensé que podrías venir conmigo y las demás.

-Creo que siendo el grupo de Eunbi ella debería sería quien decida si invitarme o no.

-C-claro que no hay problema, Sojung Unnie.

-Puedes decirme Sowon, me siento más cómoda si me tratas como una amiga.

Una torpe sonrisa involuntaria creció en el rostro de la bajita y asintió.

Las tres regresaron a la mesa y luego de hacer otra presentación se sentaron. Por si fuera poco Umji cambio su lugar dejando que Sojung se sentará junto Eunha, una muy, pálida y paralizada, Eunha.

-Dinos Sowon Unnie -comenzó Yerin a sociabilizar. -¿Que hace una chica como tu tan sola aquí?

-Había acordado venir con una amiga pero a último momento me plantó, y como tenía hambre simplemente entre.

-Entonces hiciste lo que dictó tu estómago. -continuo la de piel blanca a lo que la contraria asintió. - Me caes bien.

-Eres tan idiota -SinB río luego de lo que dijo.

-¿Otra vez vas a empezar? -y Yerin no iba a abstenerse de contestarle.

-Lo siento, ellas dos siempre discuten por todo. -pronunció Eunha sin levantar la mirada.

-No tienes que disculparte.

-Disculpen señoritas. -una mesera hizo aparición frente las 6 chicas pero especialmente mirando a la Eunbi mayor. -Alguien le envía esto.

De uno de sus bolsillos saco una pequeña nota que fue entregada con cuidado.
Eunbi ya se hacía la idea de lo que podría ser y no podía creerlo.

-¿Q-quien? -Observo todas las mesas buscando indicios de alguien sospechoso.

- Me dijeron que se la entregará de forma anónima.

-Esta bien... Muchas gracias. -sonrió cortesmente al igual que la mesera y esta regreso a su trabajo.

El silencio reino en la mesa y todas miraban el papel esperando que la chica que lo tenia lo abriera.

-¿Realmente lo tengo que abrir? Digo, podría pasar ignorandome estos simples papelitos y algún día la idiota esta se cansará, ¿no?

-Creo que piensas bien, de hecho, muy bien Unnie, pero creo que deberías leerlo, es decir, es mejor si enfrentas tus problemas ¿no?

-Lamento si me estoy metiendo en algo que no me incumbe pero ¿Puedo saber que pasa? -pregunto la más alta.

-Una idiota sin vida ni nada mas interesante que hacer atormenta a Eunbi con notas pervertidas. -contesto Yerin.

-Es que vamos, mírala, es una niña de 5 años que aún cree en el hada de los dientes.- continuó Yuju.

-¡Cuantas veces les tengo que decir que no tengo 5 años! -elevó su voz acompañándola de un puchero y cerrando sus brazos.

Realmente Sojung contenía la risa como campeona.

-Y por cierto, el hada de los dientes si existe. -completo su frase ofendida.

-Era tu papá, y lo viste a los ocho años luego de que te despertarás porque el tropezó con uno de tus juguetes cayendo sobre quién sabe que para luego terminar en el hospital. -relato SinB.

-No, no, era el hada de los dientes que se disfrazó de mi papá para que yo no sospechara y todos los médicos eran parte del escenario que armaron para que yo no lo descubra. -se defendió com un argumento bastante fantasioso.

-Esta bien, si tu lo dices entonces fue así, ahora lee la nota.

Y no hace falta decir lo que sucedió luego de que abriera el papel y lo leyera y lo volviera a leer hasta entender por completo.

Si, toda su cara paso a un color rojo intenso...

Notas indecentes《Wonha》Where stories live. Discover now