EL OMEGA Y EL VAMPIRO//JIMSU//

dos

"Lindo"

Fue lo único que se le vino a la mente, Jimin se encontraba parada al frente del pálido Omega, observando, podía quedarse ahí parado sin hacer nada tan sólo viéndolo, pero eso sería raro, un suspiró, y luego otro, y otro, vio como un pequeño surco estaba apareciendo poco a poco en la pálida frente, y la curiosidad mezclada con el fastidio se hizo presente en el vampiro platinado

- ¿simplemente no puedes ser alguien normal? Yoongi - preguntó ya arto de aquélla actitud del omega, cruzó sus dos manos en su pecho, tratando de parecer casual, no sabía ni siquiera la razón ¿por qué estaba molestó?, sólo sabía que si el Omega no bajaba ese teléfono él mismo lo agarraría entre sus manos y lo lanzará a la primera pared cerca disponible.

- ¿de que mierda me estás hablando park? -  su voz era suave casi inaudible, como si Jimin fuera un mosquito molestando, un pequeño gruñido salió de aquellos delgados labios, tierno pensó Jimin.

- ¿tu dime de que crees que te estoy hablando? - levantó una ceja en dirección de yoongi, mientras apuntaba hacia aquél aparato que opacaba toda su atención.

- yo no se de que me estas hablando - mordió suavemente su labio inferior, al ver como poco a poco el pálido chico movía una de sus piernas encima de la otra, decir que aquélla acción no fue erótica es una falacia, yoongi poseia una sensualidad natural, mezclada con la gracia y belleza de una Rosa, suspiró cansado, estar mucho tiempo en la casa del Omega sería su perdición.

- sabes perfectamente a lo que me refiero - su voz salió firme y Segura, suave pero fria, mientras estiraba una de sus manos y las posaba en las del Omega, vio como el cuerpo del palido se tensaba y como aquéllos orbes verdes por fin lo miraban a él, para luego cerrarla y alejarse con aquél molesto aparato.

- en realidad No, eh estado todo el día como podrás ver en cama - lo vio cruzar sus manos sobre su pecho, y como aquél ceño volvia a aparecer en su pálida frente, pero estaba vez había algo más, en aquélla mirada acusadora y enojada.

- entonces ¿por qué yo estoy aquí? - sus miradas estaban conectadas, aquellos hermosos orbes verdes claro habían pasado a uno oscuro, el amarillo había desaparecido, aquél brillo de curiosidad aún seguían presentes, relamio su labio inferior, aquella vista era una obra de arte.

- ni idea tu solito te auto invitaste e irrumpiste en mi casa, y mi amado sueño ¡¡sabes con quien estaba soñando!! Eres un desgraciado park, ese chico es él más sexy que conocí, es como tu y jungkook -

- ¿vas a seguir con eso yoon?, ¡deja los malditos celos de una vez! - rodó los ojos por  aquélla extraña suposición que se había inventado el Omega, ¡¡ni siquiera le gusta jungkook!!

Desde aquella vez en invierno, cuando jungkook se le había acercado para pedirle ayuda en la clase de deporte, yoongi lo estuvo molestando, bueno, hablando y maldiciendo a jungkook, ni siquiera podía mantener una conversación sin mencionar lo.

- no son celos - dijo el Omega centrándose en la cama, mientras su mirada ahora posaba aquellos ojos celestes Cielo, y el silencio inundaba el lugar, desde pequeños aquellos ojos de Jimin  lograron cautivar lo, desde aquél invierno, donde aquélla fría como el hielo se fue derritiendo como la llegada de la primavera. 

- claro..... que no lo son - respondió después de un largo silencio.

- el Omega fruncio su ceño - tu no puedes mandarme, en este país existe la libre expresión y ese niño cara de Rata no me agrada - un pequeño gruñido apareció tras terminar de decir la oración, y Jimin se encontró confundido si reír o sonreír por lo lindo que se veía enojado, sus rubios cabellos captaron su mirada, mientras tranquilamente se sentaba en la orilla de la cama y disimuladamente estiraba una de sus manos para apartar aquél mechón rebelde de su pálida frente.