Capitulo 69

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Capítulo 69

Shana Mangatal

Era una sensación horrible qué estaba sintiendo en éste momento, no he dejado de moverme y estaba muy incómoda en mi cama pensando en él, no podía dormir pensando en su aroma, en su piel, en su cuerpo, sus labios demonios sus apetitosos labios. El era tan sexy, últimamente he tenido pensamientos eróticos con él. Quité de mi cuerpo las sábanas qué acarician mi piel, sentí mucho calor y eso qué tenía una picardía puesta. Me incorporé en mi cama para sentarme y pasé mis manos en todo mi rostro. Trataba de concebir él sueño.

Suspiré y volví acostarme, me acomodé mirando hacia la pared y cerré mis ojos.

"Me levanté ya desesperandome. Abrí la puerta de mi habitación cuidadosamente y miré hacía mi alrededor y no había nadie, silencio total. Caminé descalza hacía la habitación de él, giré la perilla en silencio y cómo cosa extraña estaba sin llave, entré lentamente. La cerré con cuidado para no despertar a nadie, tenía puesta sólo una bata qué cubre mi picardía, caminé hacía la cama de él y se encontraba totalmente dormido.

Cuándo lo tuve enfrente me quité la bata dejándola caer al suelo. El sintió mi presencia y se despertó exaltado, me miró sorprendido y sus ojos recorren en todo mi cuerpo, me mira con tanta lujuria. Sólo la luz de la luna ilumina en toda su habitación, me subí a horcajadas encima suyo y quitó sus manos y las dejó caer a los lados.

- ¿Que hacés aquí? - preguntó pero esta vez no estaba molesto al contrario su voz se escucha ronca.

- Tengo pensamientos sucios contigo, no puedo más. Te necesito, necesitó qué me hagas tuya. - le dije cerca de sus labios, él mordió los suyos.

- Soy un hombre casado Shana, no puedo.

- Será un secreto, lo juro bebé, nadie lo sabrá. Por favor hazme él amor. - besé sus labios y el me correspondió. - Hazme tuya bebé.

- Te haré gritar está noche. - mordí mis labios.

Me puse de rodillas a los lados de sus piernas, hice qué besará mis grandes pechos encima de mi picardía, yo empecé a soltar varios gemidos mordiendo mis labios, enterré mis dedos en su cabello mientras él jugaba en mis pechos. Sonreí victoriosa al pensar qué iba a tener sexo con él está noche, él se separó de mi mirándome a los ojos, bajó lentamente los tirantes de mi picardía mordiendo sus labios, dejó al descubierto mis erectos pechos, al sentír su boca en uno de mis pechos solté un pequeño grito, los besaba tan bien, empezaba a temblar al sentir su lengua jugando en mi pezón.

Me levanté un poco tomando su mano llevándola en mi interior e hice qué me acariciara encima de mi ropa interior, mordí fuerte mis labios cuándo él apretó su mano en mi vagina. Dejó de hacerlo para meter su mano dentro, hizo lo mismo, solté un fuerte gemido, puso su mano sobre en mi boca tratando de callar mis gemidos.

Quitó su mano en mis labios para besarlos, me besa con desesperación necesitando de mi boca cómo yo necesitaba de los suyos, metió sus dedos en mi interior ahogué mis gemidos en su boca. Me hizo recostar, movió sus dedos rápidamente, los sacaba y los metía bruscamente, respiré con dificultad.

Se levantó unos segundos quitando toda su ropa con desesperación, busco en su cajón un preservativo y se lo puso agrandes zancadas, se tendió encima mío de nuevo dejándome desnuda.

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