Capítulo 83

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Capítulo 83

Bajé del coche y anduve con paso decidido a la casa de Lan. Después de convencer a mi guardaespaldas me dejarón ir, ellos prometieron callar, no fue fácil convencerlos, menos a Nick ya qué el no estaba de acuerdo.

"Acariciaba mi vientre pensando en él, se qué sólo ha pasado un sólo día sin verlo pero no puedo evitar extrañarlo tanto. Michael es mi soporte y la fuerza qué necesito para salir de todo esto. 

- Señora Jackson. - escuché la voz de Bryan interrumpiendo mis pensamientos.

Giré sólo mi cabeza y él lleva algo en sus manos. 

- No quise interrumpirla pero, le llegó esto. - estira su mano para entregarme una hoja de papel qué está perfectamente bien doblada cómo un sobre.

- ¿Qué es eso? - le pregunté mientras tomaba de sus manos ese papel.

- Al parecer es algo importante para usted señora.

Y en ese momento sospeché de ese cretino. Abrí la carta y tenía escrita una dirección cómo lo sospeché.

- ¿Quién trajo esto?

- Fue un niño señora.

- ¿Un niño? - pregunté aterrada. Este asintió.

- ¿Todo bien señora? - negué.

- No.

- ¿Podemos ayudarla?

- Nadie puede ayudarme Bryan. - le di la espalda.

- ¿Piensa ir a esa dirección?

- Tengo qué hacerlo.

- Es muy peligroso señora. - me advierte.

- Si no lo hago mataran a mi madre.

- Deberíamos llamar a la policía. - me aconseja.

- No lo entiendes. - lo mire enfadada por encima de mi hombro. - Si lo hago mataran a mi madre. Él quiere qué yo vaya sola.

- Lo lamento señora pero tenemos órdenes estrictas de cuidarla y si va a esa dirección corre peligro.

- Bryan necesito ir, por favor ayúdame. Te juro por lo más sagrado de qué Michael no se va a enterar de nada. Necesito de su ayuda por favor. - le suplique con la mirada."

Golpé la puerta de la gran mansión cosa qué me sorprendió mucho al ver dónde vivía mi pesadilla, éste lujoso lugar. Esperé hasta qué una niña de unos 7 años abrió la puerta casi se me cae la boca al suelo.

- Hola, necesito hablar con Lan.

- ¿Quién es pequeña? - escuché la voz de lan detrás.

- Soy Alexandra. - dije lo suficientemente alto cómo para qué me escuchará.

- Dejalá pasar - dijo. 

La pequeña abrió la puerta y la cerró detrás de mi.

Miré a mi alrededor lo grande qué era esa mansión por dentro, ahí me di cuenta lo bien qué le iba. De pronto una figura apareció enfrente de mi, era mi pesadilla, lan. El lucía bastante diferente, era otro. Su cuerpo lucía bastante tonificado ya qué no tenía puesta la camiseta, tenía lleno de tatuajes en todo su pecho y abdomen, sus ojos azules aún seguían siendo encantadores.

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