Bad Girl

Capítulo 107

Capítulo 9

Katherine

Realmente estoy muy preocupada cada día por mi hijo. En el periódico y en los medios no sé habla de otra cosa qué no sea él engaño de mi hijo con su esposa. Lo han visto salir sospechosamente de un hotel todas las noches y en la madrugada, no cabe duda que está en muy malos pasos. Me rompe el corazón porque yo no lo eduqué así, lo eduqué con amor y respeto, él sabía qué al comprometerse debía serle fiel a esa mujer qué compartiría su vida hasta el resto de sus días. Estoy muy decepcionada de mi propio hijo. Tengo qué averiguar qué es lo qué realmente está sucediendo y no me quiero imaginar cómo estará mi niña Alexandra que es la víctima de todo esto, ella sufrirá de dolor cuándo se entere qué Michael la ha estado engañando con otra mujer más joven. Pobres de esos niños sufrirán también cuando sus padres tendrán qué divorciarse. Todos estamos muy preocupados por él, Janet no ha dejado de llamar.

Me encontraba con mi hijo en la biblioteca tomando una taza de café, lo mire atentamente dándole pequeños tragos a mi bebida muy molesta y él me miró soltando una pequeña risita dejando su taza sobre la mesa.

- ¿Todo bien mamá? ¿porqué me miras de esa manera?

- Vengo hablar seriamente contigo Michael. - dejé mi taza a un lado y lo miré de nuevo. - ¿No tienes algo qué decirme? - él frunce su ceño y luego sonríe con una negación de cabeza.

- No mamá, qué tendría qué decirte.

- ¿Estás seguro hijo? No te sientes culpable de algo qué éstas haciendo mal? - junté mis manos llevándolas a mi pecho.

Mi pequeño hijo se acomoda dejando caerse en el respaldo del sillón y cruzó su pierna. Esta conversión iba para largo.

- ¿De qué hablas?

- Estoy muy decepcionada de ti hijo. - me dolió más a mí qué a él.

- ¿Porqué? - soltó dramático.

- No actúes cómo si no sabes lo qué haces, en todas partes no sé habla de otra cosa qué no sea sobre tú infidelidad ¿porqué le haces esto a Alexandra? Si es tan buena mujer. - le hablé golpeado.

- !Oh! - expresa y luego comenzó a reír cómo si le pareciera divertido. - ¿Era eso?

- No es gracioso pequeño, lo qué estas haciendo está muy mal. - lo regañé.

- Relájate, no hago nada malo. - soltó mi hijo con tanta tranquilidad.

- ¿Cómo qué no haces nada malo? Claro qué éstas haciendo mal, engañas a tú mujer y eso está muy mal ¿acaso no decías amarla?

- Y la sigo amando mamá cómo el primer día qué la vi, la amo más qué mi propia vida. - se escucha honesto y yo estaba más qué confundida.

- ¿Entonces porque la estás engañando? - miró hacia otro lado. - Es qué no te entiendo en absoluto.

- Me encantaría contártelo mamá pero... no puedo. - sigue sin verme pero ahora su mirada se fueron a sus manos.

- ¡Baaa! - muevo mis manos molesta. - No me quiero ni imaginar como estará la pobre de mi niña, cómo estarán tus hijos ¿acaso no piensas en ellos?