Jaque Mate

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Todo estaba listo, los que se prestaron para el plan también. Cada pieza puesta en su lugar como en un tablero de ajedrez y Clyde fue el primero que ejecutó el primer movimiento. Lincoln antes de irse al colegio tomó de las manos a Leni, que al igual que el, estaba asustada. Ambos recordaron la charla antes de planificar la jugada...

...Clyde entró a la casa Loud y fue Lincoln el que abrió la puerta, sin camisa. El moreno recuperó aire con su inhalador mientras Lincoln buscaba agua para su amigo. Leni por otro lado, se puso su ropa sin que el moreno la viera. Estaba avergonzada por ser vista de esa forma pero Lincoln no ayudó en mucho, ya que no tenía puesta su camisa. Clyde ya recuperado del todo, se sentó en la escalera y trató de calmarse. ¿Que haría? ¿Le mostrará esa arma mortal? Clyde se mordía sus labios al mismo tiempo que limpiaba sus empañados anteojos.

-¿Que pasó Clyde? Mira la hora que es. -Farfulló Lincoln molesto y nervioso.

-Amigo... Ronnie Ann vino a mi casa... -Lincoln se quedó quieto al escuchar eso de Clyde. -Todos estos dias que estuviste solo con Leni, y las actitudes de Ronnie me hicieron pensar. -El moreno lentamente alzó la mano cerrada y con cuidado la abría. Lincoln se estremeció al ver los aros triangulares que su hermana estaba buscando.

Leni ya con calma y vestida se acercó a los muchachos y se alegró mucho al ver su par de aros de vuelta. -¡Mis aros! Gracias por encontrarlos Clyde ¿Donde estaban?

-Amigo solo voy a decir eso... ¿Porqué ella? -Clyde ahora tenía puesta su vista en la hermana de Lincoln.

-¿Que pasa Linki? -Preguntó ella asustada.

-Habiendo tantas chicas en la escuela, en Royal Woods y tenías que estar con... Tu hermana.

Los Loud se quedaron quietos, Leni recordó que había puesto los aros en aquella ropa con capucha, la misma que usó Lincoln para distraer a Ronnie Ann Santiago. El tiempo se les detuvo, sus corazones estaban a punto de estallar por la tención. El chico quería pedirle a Lisa que construyera una maquina para mandarlo a otro lugar a él y a Leni. Las caras de los hermanos Loud era vergüenza misma. Clyde soltó un suspiro mientras cerraba sus ojos, no quería verlos a la cara.

-Lincoln ¿Te acuerdas lo que te dije ayer? ¿Que no quería meterme en tus secretos? Era por esto. No quería enterarme de esta forma... Maldita Ronnie Ann. Seguro lo hizo a propósito.

-¿Ronnie te dió esos aros? -Preguntó Lincoln alarmado.

-Fui yo, yo soy la tonta en dejar mis aros en la ropa. No sabía que pasaría esto. -Leni se defendió lo más que pudo, por lo menos lo intentó.

-¿Como lo supiste? -Lincoln ya no tenía salida.

-Era obvio. Aquella vez que me dejaste en el centro comercial, el baile, los días que estabas deprimido, en la parrillada. Por eso estabas mal, por ella. No quería decir nada, cuando Ronnie Ann me entregó los aros hice mi mejor actuación, si Hollywood me viera. Actúe como si no supiera nada. Era porque no quería que lo que pensaba se haga realidad. ¿Quien mas lo sabe? -Dijo Clyde mirándolo.

-Tú y... Creo que nadie más. Bueno, Ronnie sospecha... Clyde... ¿Que vas a hacer? -Lincoln respiraba lentamente tratando de calmarse.

-Si fuera otro... Ya lo hubiera dicho a todo Royal Woods y a tu familia. Según recuerdo las clases de historia, el ufff... Inces... Relación entre hermanos, era utilizado en la realeza para no mezclarse con la gente del pueblo o era otra manera para que la familia real siguiera gobernando por mucho más tiempo. -Decía Clyde a los asustados chicos Loud. -Pero ustedes no son ni de la realeza. Parece que lo que ustedes sienten es verdad. No quiero que piensen mal, no estoy aprobando esta relación, solo quiero que cuando camine contigo Lincoln o hable con ella, no quiero que la gente se ría de mi, o de ustedes.

Doce días con ellaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant