Misión: Guiar al rey

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Hermano, ¿recuerdas nuestra primera pelea? Yo sí, puedo recordar perfectamente tu rostro molesto porque había enviado al destructor a acabar contigo; pero no era tal cosa la que deseaba, no tu muerte, sino que por aquel tiempo consideré que si fuese yo el único hijo de nuestro padre, entonces el trono sería definitivamente mío. No habría Laufey ni Jotumheim para preocuparme, ya no sería solo una sombra, no más el niño desamparado que fue rescatado; podría ser alguien.
Estar muerto es bastante esclarecedor, puedes al fin ver la verdad de las cosas. Puedo recordarme a mí mismo tirarme al abismo y más tarde culparte a ti, pero tú no lo hiciste, tú nunca me lanzaste lejos de ti; y ahora cuando recuerdo y puedo verlo todo, observo tu rostro asustado y dolido, gritando "no".

¿Recuerdas aquella batalla aquí en Midgard? Ahora que lo pienso, ni siquiera sé porqué quería gobernar a estos seres, nunca fueron mis favoritos. Pero qué bueno fue incordiar a padre y a ti, tan delicioso. Imagino que si pudieras escucharme te reirías pero rápidamente harías tu mejor esfuerzo para poner un gesto enojado; siempre tan blando, jamás lograste ser duro conmigo. Y luego ustedes me dieron una celda y la llenaron de libros; vi en aquello una tortura horrorosa, pero ya que la verdad golpeó en mí, puedo recordarme en una celda muy cómoda, y al resto de criminales convivir juntos como animales. Sabes, hermano. No puedo recordar un solo momento en que hayan sido realmente severos conmigo.

¿Cuántas veces fastidie tu paciencia? ¿Cuántas veces te hice llorar por mi causa? Mi pobre hermano, el poderoso Thor, si supieran que no eres más que un niño dulce, uno muy grande y fuerte, pero un dulcesito al final.
Lloraste porque fingí mi muerte y pude sentir tu dolor esa vez, y luego sé que estabas feliz de haberme encontrado con vida, aunque enojado debido a mi engaño. Sin embargo ni tú ni padre pudieron hacer mucho en mi contra, nunca pudieron.

Te confesaré dos cosas ahora que tengo la certeza de que no podrás escucharme y por lo tanto mi imagen no se verá dañada: el que padre dijera "los amo" fue la más dulce caricia en mi corazón, y estuve muy asustado por tu causa luego de que él se fue.