20

2.3K 390 87
                                    

— Hermano, ¿puedo pasar?

— Loki, estás mojado — dices lo obvio, pero estoy agradecido por la toalla que me ofreces.

— Gracias por tu ropa, Thor — me miro, y ambos notamos lo grande que me queda, hay apenas una sonrisa entre ambos, tal vez es demasiado pronto para reír.

— Estoy feliz de que estés aquí, hermano yo...

— No — interrumpo — por favor escuchame, hay algo que debo decirte.




Todo estaría a oscuras de no ser por esa lámpara que mantienes encendida, y luego de vernos a los ojos un momento, ambos nos sentamos en la cama, tal vez quisiste ver dentro de mí, buscar el rastro de una mentira. Pero te juro que esta vez no mentiré, hermano.


— ¿Por qué sigues huyendo, Loki? No hay más Thanos, acabamos con él. Tú puedes estar tranquilo ahora, aquí conmigo, siendo príncipe de Asgard como te corresponde.

— Hermano, lo que diré no será fácil, pero necesito que escuches hasta el final, sin interrumpir — lo que digo parece no gustarte, lo noto en tu rostro, sin embargo asientes — lo conocí cuando decidí lanzarme del bifrost, me ofreció el teseracto y creí que sería invencible, pero fallé; estuve ocultándome todo el tiempo, pero sabía que no lograría hacerlo siempre. Lo que sucedió ese día en la nave sé que lo recuerdas bien — miro tu boca abrirse, quieres decir algo, pero lo impido con un movimiento de mi mano — te aseguro Thor que no diré una sola mentira esta noche. Sé que te he hecho sufrir muchas veces y que fingir mi muerte se volvió una costumbre, pero no esta vez.

— Mientes, si hubieras muerto estarías en el Valhalla, no aquí.

— Eres increíble, realmente siempre has pensado lo mejor de mí, ¿no? Ni siquiera yo mismo creí que tendría mi lugar en el Valhalla, pero he estado ahí.

— Loki, por favor.

— Lo lamento, en serio quisiera estar engañándote, pero no es así. Estuve en el Valhalla, y la única razón por la cual no puedo estar más allí es porque una niñita rubia estuvo llorando por mí.

— No tengo idea de qué hablas.

—  De lo que no tienes idea es de cuánto lloré viéndote así, no me gustó nada ver a mi poderoso hermano reducido a eso.

— Lo lamento, no es fácil perderlo todo.

— Tú no has perdido todo, ve afuera por la mañana y podrás encontrarte a tus amigos, a tu pueblo, incluso los sobrevivientes de Sakaar te siguieron hasta aquí. Y nuestros padres y yo siempre estaremos cuidándote.

— Ya no me dejes, he esperado mucho por ti, he llorado tanto por ti. No puedes  simplemente venir y decir que estás muerto — hay indicios de lágrimas en tus ojos enrojecidos, y me acercas sin cuidado a ti para abrazarme con fuerza — dime Loki, si solo eres un espíritu, ¿cómo puedo abrazarte de esta manera?

— Porque solo estás soñando cariño, pero es real — ahora tus lágrimas no pueden ser detenidas — lo siento, esta es la única manera en que puedes verme. Yo nunca quise burlarme de tu dolor con la víbora, solo creí que tal vez ella podría hacernos bien a ambos.

— Ya no importa, lamento haberte gritado.

— Thor

— ¿Sí?

— No lamento haber puesto eucalipto en tus alimentos, y tampoco lamento haberle puesto las manos a la víbora.

— Lo sé — finalmente una risa en medio de nuestro sufrimiento — quédate conmigo esta noche, duerme a mi lado para poder abrazarte hoy.

— Yo he dormido en tus brazos desde que vine aquí, ¿creiste acaso que dormía en el sofá?

— ¿Estarás mañana? — preguntas una vez ambos nos hemos acurrucado y nos has tapado con tu cobija.

— Estaré mañana, estaré cada día hasta que seas un gran rey.



Besas mi frente y te sonrió, luego ambos dormimos.

Los rayos del sol nos estorban y despertamos para enseguida escuchar la puerta ser golpeada, seguramente es una chica de la servidumbre con el desayuno. Te escucho resoplar antes de restregar tus ojos para alejar toda pereza de ti; aún permanezco a tu lado, apoyando mi cabeza en tu brazo, pero ya no puedes verme ni sentirme. Miras a donde estoy, y noto tristeza en tus ojos.



— Buenos días, hermano — dices, como creyendo que estás a punto de vivir una gran mentira, pero estoy dispuesto a demostrarte que sí estoy para ti — adelante — hablas con fuerza, y una mujer ingresa.

— Majestad, le he traído su desayuno.

Quiero ver lo que harás, Thor.

— No...

¿Disculpa?

— Has llamar a mis amigos y luego sirve un banquete, desayunaré con ellos este día.

— Enseguida, majestad — responde ella marchándose. Estoy tan orgulloso de ti.

— Seré un gran rey, hermano.

Misión: Guiar al reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora