Misión: Guiar al rey

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La llegada de la víbora es en realidad lo mejor que nos ha ocurrido. Thor ha iniciado a alimentarse mejor, se levanta muy temprano y desayuna tanto como antes; los tres guerreros y Sif se sorprendieron de verle llegar nuevamente a los entrenamientos, están felices por él. Los sirvientes del palacio –en absoluto comparado al del padre de todo en Asgard– están felices de ver al príncipe dorado alimentarse correctamente y cuidarse como es debido.

Están felices todos por él, pero también les preocupa. Incluso a mí.
Thor va con la víbora a todos los lugares, la llama "Loki", la besa, y la trata con cariño; nadie se atreve a decirle lo equivocado que está. Todos saben que no soy yo, pero ninguno tiene valor para enfrentar al dios del trueno y a su furia, nadie tiene valor para destruir esa pequeña esperanza que ha hecho a mi hermano levantarse nuevamente.
Mas Thor no es un tonto, muy dentro de mí sé que él sabe la verdad, sé que la siente ser una víbora común, pero también sé que solo necesita engañarse a sí mismo.

Me preocupa hasta donde puedas llegar, hermano. Temo nunca poder irme.