De Vuelta en la Oscuridad

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Han pasado dos semanas desde lo acontecido en la Ópera Garnier y yo aún no tengo el valor de regresar a ahí, estos días los e pasado en Perros con Christine y su madre adoptiva, Raoul nos ha venido a ver algunos días, él ya nos a perdonado por lo que hicimos que es un gran avance.  

Ellos, Raoul y Christine, han decidido irse a vivir lejos de aquí, no sé exactamente a donde solo se que se irán lejos. 

Por mientras quiero volver a ver a Erik, necesito hablar con él y explicarle todo, aunque no se como se lo va a tomar, tampoco se como se lo voy a decir pero bueno. 

Después de recoger mis maletas y despedirme de todos tomé camino hacia la Ópera Garnier deseando que me dejaran quedarme ahí de nuevo, al fin y al cabo el fantasma ya no daría más problemas.

Cuando llegué sentí como los nervios se apoderaron de mi, ahora no tenia a un Raoul o a un Erik para que hablaran en lugar de mi, o para defenderme, tenía que hacerlo sola.

Respiré profundo para después caminar hacia la entrada del teatro, cuando llegué al vestíbulo estaba lleno de policías que voltearon a verme cuando llegué y fijaron su vista en mis maletas.

- Madeimoselle -Dijo uno de los policías dirigiéndose a mi- Puede decirme su nombre y permitirme inspeccionar sus maletas.

- Claro -Dije instantáneamente- Mi nombre es Abigail -Dije mientras le daba una de mis maletas- Venía a pedir hospedaje en el teatro ya que trabajaba aquí

Después de unos minutos incómodos los policías me devolvieron mis maletas y me dejaron entrar al teatro, me pregunto porque esta la entrada tan protegida ¿será que ahora si tienen miedo de Erik? o ¿Erik hizo algo que involucro un herido o algo así?

Traté de dejar esos pensamientos a un lado mientras caminaba hacia las habitaciones del teatro para buscar a Madame Giry o a Meg, o a la primera persona que me encontrara.

- Abigail -Dijo una voz desde mis espaldas- Pensé que no volverías nunca -Dijo mientras me giraba a ver a la persona que había dicho eso, Meg Giry- Después de lo que paso aquí muchas personas tienen miedo de venir y Carlotta hizo que pusieran guardias para proteger la entrada... supongo que ya los viste

- Si -Dije- Me revisaron mis maletas, revolvieron todo mi equipaje -Sonreí y el rostro de Meg se iluminó.

- Eso quiere decir que vienes a vivir de vuelta al teatro -Asentí- ¡Wow! ¡Que emoción!

Meg gritó y después se aventó a mi para abrazarme fuertemente, lo que me tomó un poco por sorpresa pero igualmente correspondí a su abrazo.

- Me alegra que vuelvas -Dijo mientras se separaba de mi- Ya extrañaba tener a una amiga cerca -Sonreí- Te acompañaré a tu antiguo cuarto

- Claro

Tomé mis maletas y juntas caminamos al que era, y que a partir de ahora volverá a ser, mi cuarto.

Entramos y, mientras yo acomodaba mis maletas bajo la cama, Meg habló.

- Recuerdo que cuando llegaste aquí tenias otro estilo de vestir ¿Qué pasó con el?

No puedo decirle que gracias a Erik fue que tuve que cambiar de estilo de vestir, ahora que lo recuerdo él desapareció toda mi ropa cuando recién llegue a aquí.

Solté una pequeña risa y me giré hacia Meg.

- No lo se -Dije mientras me sentaba en la cama- Creo que el ambiente del lugar fue el que me hizo cambiar de estilo

- ¿El ambiente? -Preguntó mientras ella también se sentaba.

- Si, es que parece como si aquí fuera otra época, no se

- Nunca me había dado cuenta -Dijo para después soltar una pequeña risa- Tal vez sea porque estoy acostumbrada a estar aquí

Ambas reímos, me hacía bien hablar con Meg, aunque no me hacía mucho bien estar en este teatro, muchas cosas habían pasado hace apenas dos semanas.

Ahora que lo recuerdo necesito ir a ver a Erik, seguramente va a estar deprimido porque su musa ya no está, porque Christine ya no está... si tan solo supiera que la persona que lo besó hace dos semanas fui yo y no ella.

Meg y yo seguimos platicando por un rato, le hablé sobre Christine y Raoul, y ella me contó sobre Carlotta y la paranoia que le había entrado desde el baile de las máscaras.

Masquerade, recuerdo como estaba tan emocionada al principio de este baile pero al final ya no, al final todo se había arruinado y, la verdad, esa fue la última vez que Erik me vio... como Abigail.

Cuando Meg se fue supe que era mi momento para entrar a las catacumbas del teatro, era mi momento para poder ver a Erik y tratar de disculparme por todo sin causar muchos líos, era el momento de ayudarlo.

Caminé hacia el espejo, aquel espejo por el cual un día Erik me habló y me llevó hasta su guarida, y presioné el pequeño botón que hacia que este se abriera.

Miré hacia atrás para cerciorarme de que nadie me veía y, después de respirar profundo, me adentré a aquel largo pasillo que parecía interminable.

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Nota de la autora: Hola

El día de hoy tenía ganas de escribir por eso publiqué el final de Soledad bajo Tierra y un nuevo capítulo para esta historia (que es la continuación de la historia antes mencionada).

Espero que les guste y sigan leyendo esto que espero algún día poder terminar.

Nos vemos

( ˘ ³˘)❤