- a new date?

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Y no, no funcionó. La mirada de preocupación de los chicos estaban haciendo presión sobre los hombros de Namjoon. Todos llenos de duda, colmados de incertidumbre. No les quedaba nada más que pedir que salieran juntos de esta, así ha sido desde el inicio del apocalipsis y el grupo así quería que terminase.

El moreno miró a sus amigos y asintió. Otra vez estaba tocando la puerta de la muerte, como una costumbre nueva; un mal hábito que formó con el pasar del tiempo.

—Todo está bien— susurró y todos parecieron haber leído sus labios a la perfección. Enfermo: así lo ponía el estar asegurando un final incierto. Tener que engañarse para ser fuerte, lo hacía sentir despreciable y con miedo. ¿Cuándo podrá creer sus propias palabras? Suplicaba porque fuese pronto, estando en la furgoneta, camino al rescate.

Avanzó dos autos a la izquierda, probando la llave en el siguiente. Un "click" inaudible dió a entender que era el indicado. Al fin algo salía bien.

Los chicos lograron ver a Namjoon abriendo la puertas traseras y haciendo un ademán: llamándolos.

—Suban en silencio, uno por uno.

Él conduciría, Jin se sentó adelante con él. Por el momento, sólo esperaba que los demás subieran atrás. Al arrancar debía ser rápido, el ruido del motor sería suficiente para llamar la atención de los zombies cerca.

—Creo que están todos— susurró Jin. Namjoon encendió el auto y los zombies actuaron en consecuencia. Debía acelerar ya.

—¡Andando, vamos, vamos!— gritó Jimin al menor, que de un brinco entró a la furgoneta.

—¡Namjoon, ¿no pudiste esperar un segundo más?! ¡Yongsun aún no entra!

«¿Qué?» Deseaba haber escuchado mal. Vió por el retrovisor como la chica comenzaba a correr con todas sus fuerzas, tratando de seguirles el paso; tratando de entrar.

—¡Yongsun! ¡Sigue corriendo, toma mi mano!— gritó Jeon. Ya era el colmo, se encontraba nervioso, no aguantaba que sucedieran tragedias una tras otra. Y, como si no hubiese momento más oportuno, en su fragmentada mente volvieron esos recuerdos perdidos que vivió con Sun. Recordó lo que le dijo aquella vez en la cocina, también ahora podia ver con claridad esa sonrisa que lo llenaba de vida. El llanto no se hizo del rogar para él.

La chica corría con los muertos pisándole los talones, podía sentir sus frías manos jalarla al lado oscuro y rodeado de soledad. Una mala pisada y todo acaba ahí, un tropiezo ahora era lo que tenía la vida de Yongsun colgando de un hilo, no podía equivocarse. No se lo perdonaría.

—¡No puedo, estás muy lejos!— Estiraba lo más que podía ese débil brazo que se cargaba, parecía que cada vez más se alejaban el uno del otro. Veía a Jeon con ojos de suplica, quería que la ayudase de alguna u otra forma: No quería separarse de él.

Recordaba cómo era tan fácil tomar su mano antes de esto; entrelazar sus dedos y mirarse a los ojos. Sentirse cerca en esta situación ahora parecía ser un lujo, uno que no podía tener por más que quisiera.

«No es justo».

Y como un impulso, un susurro del universo u otra jugada del destino: Jungkook saltó del auto.

—¡Jeon, ¿Qué demonios haces?! Maldito idiota, ¡Vas a morir!— Los gritos de Jimin no le importaban, el menor tomó la mano de Sun y se apartaron aún más de sus amigos. Corrieron a otra dirección, escuchando cada vez más lejos las ruedas sobre la tierra, los gritos de Jimin y la voz de Namjoon.

𝖅𝖔𝖒𝖇𝖎𝖊𝖑𝖆𝖓𝖉》 𝔍𝔢𝔬𝔫 𝔍𝔲𝔫𝔤𝔨𝔬𝔬𝔨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora