Insospechada Sorpresa |NamJin|

Capítulo 19: Amigo y enemigo *

SeokJin ya no es un mocoso ingenuo, y carecía de una verdadera simpatía para muchas cosas. Él había desarrollado una personalidad arisca y sarcástica la cual era acompañada por un mal genio e hipocresía. NamJoon, ni ninguna de las personas con la que está conviviendo últimamente conocen de su verdadera personalidad, y realmente SeokJin comienza a preguntarse que es lo que lo tiene tan sensible y sereno, como si fuera agradable y lindo; y eso empezaba asquearle ahora que está volviendo a recordar todo su pasado, porque esa pequeña mascara se deslizaba de su rostro y mostraba al omega tonto que fue; porque a pesar de que los años habían pasado y las heridas de su corazón suponen haber cerrado, aun le duele a SeokJin hablar sobre ese tema. Se siente un completo idiota, un ingenuo y su dignidad se pierde cuando recuerda aquellas cosas. Y el estar contándole a TaeMin, una persona a la que recién puede llamar amigo, le hace pensar que vuelve a ser un chico ingenuo y confiado.

— Al final tarde mucho para recuperarme... siempre lo recordaba y lloraba a mares, pero no por tristeza, más bien de la rabia que me consumía al pensar que fui utilizado de tal forma —muerde su labio, tratando de que el peli rosa no vea que este está tembloroso—. Para empeorar mi situación meses después de ser despedido fui llevado a un juicio por robo, y como ya te comente yo era el contable de la empresa y tenía un buen puesto, por eso nadie me creyó cuando refute de que yo no robe ningún dinero, él me hizo firmar esos papeles estando borracho y por tener mi firma me culparon y demandaron... Al final pude librarme de ir a la cárcel, pero perdí la compañía de mi padre que fue parte de la negociación de indemnización por todo el dinero que supuestamente robé...

TaeMin no podía creer que una persona fuera capaz de dañar a alguien tan bueno e inocente como lo había sido SeokJin. Todo lo que el castaño le confió le ha dejado en un completo transe de enojo, indignación y tristeza.

— Lo que me sorprendió es que no me haya demandado por lo que le hice... —SeokJin suelta una risa mirando el techo.

El alfa había llegado a su departamento después de una semana de lo que sucedió, SeokJin le grito que se fuera, que no lo quería volver a ver, que lo dejara en paz, sin embargo este entro a la fuerza y le grito en la cara mientras lo acorralaba. Aquel día SeokJin supo toda las razones por la cual fue usado, y su mente dejo de funcionar en cuanto fue empotrado contra la mesa en un beso forzado, todo su alrededor desapareció y las palabras del alfa se repetían en su cabeza de una forma absolutamente enferma. Cuando finalmente reacciono tenía el cuchillo de mesa en su mano izquierda y sin pensarlo dos veces lo clavo en el estómago del hombre, haciendo que este se detuviera y lo viera con los ojos bien abiertos, y en ese justo momento que sus ojos volvieron a encontrarse en un silencio aterrador; Jin realmente quiso verle gemir de dolor, quiso verle suplicar su perdón, quiso que le dijera que todo había sido una mentira, y volvió a clavar más el cuchillo haciendo al mayor jadear y contraerse mientras que la sangre empezaba a gotear.

Lo quiso ver muerto, pero a la vez no. Lo amaba, pero lo odiaba.

— Desde ese día no volví a verlo de nuevo hasta el juicio, pero él nunca puso cargos contra mí... mintió diciendo que lo habían asaltado.