Insospechada Sorpresa |NamJin|

Capítulo: Especial 1

—...como en la enfermedad, amándola y respetándola durante toda su vida?..

NamJoon se había quedado estático en su lugar, tan confundido que ya no había cabida en su mente para otras cosas que no fuera aquella pregunta que se había repetido constantemente en su conciencia.

Sinceramente, NamJoon en ese momento pudo visualizar un futuro muy oscuro y el cual le daba miedo pisar, pero como si todo a su alrededor había estado confabulado para hacerlo dudar, la pregunta se volvió a repetir haciendo que perdiera más su estabilidad mental.

— ¿Aceptas NamJoon?

— Yo...

¿Por qué repentinamente todo se veía tan lejano?

— Tú aceptas NamJoon —dijo la omega pareciendo una afirmación más que una pregunta.

— Yo creo... —relamió sus labios y de reojo pudo ver como repentinamente estaban solo ellos en el altar, causando que se altere en demasía.

— ¿Tú qué?..

Y como si estuviera siendo hechizado las palabras empezaron a salir por su boca sin su consentimiento.

— Yo acepto...

.

.

.

En un movimiento rápido el alfa se sentó en la cama y miro todo a su alrededor con confusión en un estado ausente.

Había despertado.

NamJoon llevo una mano a su cabeza y suspiro sin saber porque de repente había tenido aquel sueño, realmente era extraño, pero trataría de no pensar demasiado en ello ya que simplemente fue un recuerdo parecido a una pesadilla de esas que te hacen creer que son reales.

Giro el rostro para mirar el lado izquierdo de la cama y frunció el ceño al encontrarlo vacío, así que resoplo y tallo sus ojos para sacarse el sueño que aún tenía y poner en marcha su día.

NamJoon dejo lo que estaba haciendo cuando escucho la puerta ser abierta y llevo su mirada hacia ella para ver quien había entrado sin llamar antes.

Sonrió al fijarse de quien se trataba y como este jugaba con sus manos esperando que el alfa le digiera algo.

— ¿Sucede algo, cariño? —preguntó, llamando la atención del menor quien lo miro con sus mejillas abultadas y su ceño fruncido.

— Una pesadilla... —susurro agachando su rostro sonrojado para que Nam no se diera cuenta que había llorado.

El alfa sonrió enternecido ante lo tierno que llegaba a ser su pequeño.

— Ven aquí, bebé —le llamo palmeando la cama para que el pelinegro fuera junto a él.

El pequeño corrió hacia él y se subió a la cama para después abrazar al alfa y enterrar su cabecita en su pecho olfateando su aroma y frotando su nariz en el pijama de su padre.

NamJoon sonrió y beso la cabeza del cachorro mientras lo sostenía con un brazo y con el otro acariciaba su lacia cabellera.

— ¿Puedes decirle a papi que soñaste? —cuestiono en voz baja y el niño de apenas tres años alzo la cabeza para mirarlo a la cara.

— Soñe que papi ya no etaba conmigo —contó haciendo un puchero— y luego papi se enojaba con él por irse...

NamJoon lo abrazo más fuerte enternecido y divertido por los gestos que hacía el pequeño al contarle su sueño y como enredaba sus palabras, por suerte él ya se hallaba acostumbrado y podía entender a qué se refería el menor.