Creando Nuestro Futuro {R27❤}KHRღ

Capítulo XIII

Las horas pasaban y el tiempo no se apiadaba de ellos, haciendo que el día de la misión llegará antes de lo esperado. Actualmente, la familia Vongola se encontraba escondida en el interior de una gran furgoneta negra, aparcada detrás de unos arbustos a pocos metros de la puerta principal, por si en algún momento tuviera que realizarse una rápida escapada y fuga. La furgoneta contaba en su parte trasera con un pequeño puesto de espionaje, que incluía varios ordenadores, pantallas y reproductores de sonido. Una vez llegados diez minutos antes de la hora de entrada, decidieron volver a repasar el plan de infiltración con todos los presentes.

-Como ya habíamos dicho, Sylvana Giore se encuentra hospedada en el hotel "Virent Dan", en el cual, hoy a las 11:00 pm se celebrara una fiesta por su 20 aniversario, con tener la peculiaridad de estar abierta a toda clase de público ajeno a las residencias del hotel.-empezó a hablar el mecánico para todos los presentes.

-Sí, en la cual, yo, "Carlo Rizzo", un adolescente de 19 años procedente de una adinerada familia, llega por la recomendación de un amigo para buscar diversión.-contestó el castaño, ya habiendo memorizado perfectamente su nueva tapadera.

-Eso es, además recuerda que entrarás a la fiesta por la entrada principal a las 11:30, después darás una vuelta y te dirigirás al salón privado de ésta, donde se encuentra el bar y la zona de baile. También según nuestras fuentes, es el sitio principal de los negocios de Sylvana.

-Sí, una vez localizada solo tengo que seguirle el juego, fingiendo estar interesado en su mercancía para después ganarme su confianza y sacarle discretamente toda la información posible.

-Exacto y recuerda que debes entretenerla el mayor tiempo que puedas, ya que mientras tu estés hablando con ella, Nathasa y Lal se infiltrarán en la habitación de la chica para buscar alguna prueba que nos pueda ayudar a terminar de analizar la sustancia.

-Losé, daré mi mejor esfuerzo. A todo eso, ¿Donde se encuentran Nath y Lal en estos momentos?-preguntó el castaño al notar la ausencia de las dos mujeres. Más un pequeño toque en la puerta detrás de él respondió rápidamente a su pregunta.

-Nos estábamos cambiando-respondió Nathasa desde fuera de la camioneta, logrando abrir la puerta de esta para tener un mejor contacto visual con el castaño. Logrando sorprender a éste por el aspecto de la chica. Y es que ésta tenía sus mechones plateados recogidos en una coleta, perfectamente escondida bajo una diadema negra de encaje, la cual combinaba con su vestido, mayoritariamente de color negro, que contaba con varios detalles de encaje blanco, haciéndose pasar perfectamente por el traje de una sirvienta.

-¿Enserio esto es necesario?-preguntó Lal, mientras con molestia portaba los mismos ropajes que la primera.

-Oh vamos, si estás despampanante! kora-respondió su pareja mientras recorría con su vista cada centímetro de la figura ajena. Logrando que la pelinegra solo se estremeciera ante la penetrante mirada del ojiverde.

-Lal-san me temo que sí es necesario, recuerde que mientras Tsunayoshi-kun esté distrayendo a Sylvana, ustedes dos haciéndose pasar por trabajadoras del hotel, se infiltraran en la habitación de la chica para buscar la mayor información posible.

-Comprendo eso, y no me quejaría si fuera un traje normal de señora de la limpieza, pero esto es una horterada, parecemos más unas camareras en uno de esos frikis cafés, que trabajadoras de un hotel.-se quejó Lal, pues el vestido muy por encima de la rodilla y las medias altas dejaban mucho que decir sobre esa vestimenta.

-Yo creo que te queda muy bien kora!-mencionó el peli-rubio, ganándose esta vez sí un golpe en la cabeza de parte de Lal.

-Pero recuerda que sois trabajadoras en un hotel famoso por estar rodeado de prostíbulos y casinos, que además hospeda a una camella profesional y que encima hoy celebra una fiesta. Si hay algún trabajador ahí dentro que hoy no esté colocado es un milagro...-respondió el rubio que hasta ahora se había mantenido al margen de la conversación mientras mordisqueaba uno de sus típicos caramelos.