Capítulo XX

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La provincia de Cosenza en sí, era bastante grande, nada más ni nada menos que 8.710 km cuadrados, en donde residen más de 700.000 habitantes. Hubiera sido una tontería y una pérdida de tiempo registrar cada metro cuadrado en busca de pistas u/o información sobre sus actuales enemigos, pero por suerte, contaba con la ayuda dada por los mecánicos de Vongola, la cual reducía el número de territorios a investigar y situaba a la capital, de mismo nombre, como lugar con mayor porcentaje de estar relacionado con la mafia. Por lo que después de media hora de trayecto hacía Cosenza, una hora de inspección del lugar en cuestión, cuarenta y cinco minutos de investigar los alrededores y otra hora más en donde decidieron esperar en caso de visualizar la llegada, o la aparición del enemigo, no obtuvieron nada.

No había rastro alguno de ningún tipo de droga o la más mínima relación con la mafia. En definitiva los Bardotti o los Bogdanov no estaban en ese lugar, y si en algún momento lo estuvieron, habían borrado toda prueba viviente que los conectara o delatara su presencia. Por lo que, decepcionados por el gran fracaso que había supuesto su misión, decidieron darle fin de una vez por todas a esta, haciendo que después de otra media hora de viaje, Reborn, Gokudera y Colonello se encontraran nuevamente en la mansión de los Vongola.

Una vez llegaron, Reborn quedó encargado de notificar, la información -o la falta de ella- descubierta en la misión, mientras los otros dos averiguaban el paradero de los otros grupos. Una vez Reborn había terminado el rápido informe que más tarde presentaría, se dispuso a encontrarse con sus compañeros, con la esperanza de que a los otros grupos les hubiera ido mejor que a ellos. Sin embargo, el encontrar a sus compañeros de equipo devastados, en una habitación llena de personas heridas, le decía que la situación estaba mucho peor de lo que él había imaginado.

A grandes rasgos, el grupo de Hibari, Lambo y Ryohei estaba prácticamente ileso, apariencia que desvelaba que su misión había sido también un fracaso, o eso era al menos lo que había pensado Reborn en un principio, pero este se encontraba equivocado, pues en realidad era el único grupo que -hasta ahora- había conseguido traer información y pruebas del lugar al que se les fue destinado. Por otro lado, el grupo de Lal, Yamamoto y Chrome, estaban terriblemente maltratados, y para desgracia de todos, pero más para Colonnello, solo habían vuelto dos de los integrantes, habían perdido a Lal.

Por último, seguían sin tener noticias del grupo de Byakuran, Uni y Gamma o de Tsuna.

Reborn tomó una gran respiración en un intento de relajarse, era consciente de que habían pasado más de cinco horas desde la partida de los grupos, y aunque no era muy común que se tardará tanto en una misión de reconocimiento, era posible, por lo cual no había necesidad de alarmarse o preocuparse sin razón.

"Tsuna seguramente esté bien" pensó confiado en un intento de reducir sus nervios y preocupaciones. Ahora mismo lo más importante era descubrir y compartir toda la información que los otros grupos habían descubierto para estar lo más preparado posible.

-Hibari, Yamamoto, contadnos todo lo ocurrido.-declaró en el silencio de la habitación mientras dirigía sus miradas a los dos mencionados.

-Tal y como estaba previsto, Lal, Chrome y yo llegamos a Rávena y nos dispusimos a realizar nuestra misión-empezó a hablar serio Yamamoto, con un tono muy diferente a su yo habitual.-En un principio todo estaba tranquilo, no había rastro de ningún enemigo y aunque estábamos en pleno centro turístico, tampoco había ningún transeúnte o ciudadano. Logramos forzar la cerradura del almacén sin ningún problema en busca de drogas, documentos o cualquier cosa relacionada con la mafia enemiga, pero para nuestra desgracia no nos encontramos con nada de eso, sino que literalmente nos encontramos con la mafia enemiga.

-¿Qué quieres decir kora?-preguntó Colonnello mientras levantaba la cabeza e intentaba contener su rabia.

-Nos tendieron una emboscada, nada más entrar al lugar nos envolvió una tremenda oscuridad que escondía la presencia de decenas de hombres, no logramos actuar a tiempo y al final solo se llevaron a Lal.-dijo Yamamoto, pero fue interrumpido por Colonnello, que apresuradamente se levantó y se dispuso a salir de la sala.

Creando Nuestro Futuro {R27❤}KHRღWhere stories live. Discover now