25

3K 421 8
                                    


En un despertador que estaba puesto sobre una mesita de noche; la aguja corta marcaba al seis mientras la larga a un nueve con su sonido típico del pasar de los segundos. Ni si quiera estaba establecido para que sonara, porque otro tipo de ruidos despertaban al pobre SeungMin de su cómodo y único refugio llamado cama.

Voces altas resonaban por todas las paredes de la casa junto con algunos objetos pesados cayendo al suelo, provocando así un angustioso sentimiento en el chico recién levantado. Él ya sabía lo que abajo sucedía, porque todos los días lo vivía.

Nunca faltaba a clases, eso significa que se vistió como siempre; desganado y soltando algún que otro alarido de dolor que causaban los moretones más actuales.

Caminó a su escritorio, tomando su móvil encima del material para desbloquearlo y ver las notificaciones que le habían llegado por la noche cuando dormía y nada malo le ocurría. No observó nada interesante, por lo que las eliminó todas y resopló cansado a la vez que abría un cajón para quedarse mirando su contenido; un aparato electrónico yacía en lo más alto de un montón de papeles inservibles.

¿Debería hablar a su crush? O mejor dicho, ¿a su mejor amigo qué nunca le vería de otra forma?

Hizo el amago de estirar el brazo, este le temblaba para coger su otro móvil viejo; pero se retractó a pocos centímetros y rápidamente lo alejó cerrando bruscamente el mueble.

¿Cómo era tan difícil declararse y contar la verdad sin ser un cobarde?

Mensajes de madrugada °SeungLix• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora