Mensajes de madrugada °SeungLix•

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Estando en la última fase del llanto mientras el mayor desplazaba su mano por toda la extensión de la espalda y acariaba el cabello castaño de su amigo; SeungMin se alejó lentamente quitando el rostro de las lágrimas en su cara. Le miró tímido y medio triste abriendo la boca un poco.

- Ya estás mucho mejor, Minnie. - le dijo dándole una cálida sonrisa y desordenado más su peinado. - Yo sé que eres fuerte, yo te ayudaré, no tienes por qué temer a mi lado. ¿Sabes? Es mejor denunciar a tus padres cuanto antes. Si no tienes ningún lugar adónde ir, te daré cobijo en mi casa; mi madre te adora. ¿Qué dices? - fue repentino, pero eso no le detuvo a abalanzarse sobre él para otro gran abrazo de oso.

Dios, amaba tanto a Felix que no lo podía describir. Su corazón bondadoso era una de las razones por la que se enamoró de él. Pero después de todo... No estaba demasiado seguro. Quería apartar de encima a sus padres, eso sí, pero por otra parte no quería. Era algo tan raro.

El menor distanció sus cuerpos, mirándole de nuevo observando la mueca feliz del contrario que era más radiante que el mismísimo sol.

- Lix, eso sería genial, pero... Estorbare en tu casa; tendréis a una boca más a quien alimentar. Y... A ti... ¿No te importa qué sea homosexual? - preguntó con los nervios a flor de piel, moviendo la cabeza a un lado.

El australiano, sin hacer desaparecer su sonrisa, soltó aire levemente negando de la misma manera. Le parecía una tontería acabar su amistad por la orientación sexual de uno de ellos.

- No, no me importa, ¿sabes el por qué? Porque nuestra relación es demasiado fuerte como para que se rompa por eso. No es malo serlo, al contrario, te hace una persona única. - agradecía un montón sus palabras, porque le subía el autoestima, todavía más que fuesen dichas por su mejor amigo.

Quiero ser más que tu mejor amigo, Félix.

Por su mente pasó ese pensamiento.

¿Y si...? Oh no. No, no, no, no, no. Ahí ya la cagaria al completo si le besaba así tal cual.