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Oh no, le había visto. Tarde o temprano lo hubiera hecho si quería explicaciones de todo eso igualmente.

Con la respiración agitada que se le había formado de un momento a otro, alzó la mirada que la tenía posada en su mano jugando con la hierba verde hacia el cuerpo de su lado de pie. Era una oportunidad bastante grande para hablar y que Félix no se molestara con él.

- Bien; yo soy quien te mandaba mensajes todas aquellas madrugadas cuando en la mayoría de ellas dormías. - volvió los ojos al césped, tocando los hierbajos lentamente nervioso y tímido. - Tengo una buena razón, y es porque se me dificultaba demasiado últimamente hablarte en persona o escribirte sabiendo que tú sepas de mi identidad. ¿No era lo mejor empezar una conversación de cero sin revelar quién era y con número diferente? Para mí fue la opción perfecta. Así es como te comencé a escribir para descargarme y quitarme varios pesos de encima... Ahora que sabes de mis sentimientos por ti, deseo que me trates como siempre y no como alguien para usar y tirar. - su voz a medida se iba haciendo quebradiza, junto a eso también varias lágrimas traicioneras se soltaron de sus córneas.

Al mayor se le habían quedado las palabras pegadas en su garganta impidiéndole hablar. Todo lo que había escuchado parecía surrealista, pero era real. Sobre los sentimientos del menor, no sabía de cuáles hablaba.

Era tan lento para ciertos temas.

SeungMin suspiró. Conocía a Félix desde hace bastante tiempo y suponía su lío mental por lo último que dijo.

- Minnie, t-tú...
















Jsjjsjsjsjsjsjsjsjajsjs.

Mensajes de madrugada °SeungLix• Where stories live. Discover now