The proposal [Johnkun]

Parte 7

Johnny alzó los hombros mientras veía el mar cerca, giro su rostro cuando sintió que la camioneta iba frenando viendo como se estacionaba en una mansión o eso pensaba él al verla, la casa era enorme por donde se le viera y tenía tanto verde por todas partes que la hacía verse aun más magnífica. Se bajó seguido de Kun que lo hizo caminar al verlo estupefacto por lo que veía, cuando abrieron la puerta de la casa los recibieron gritos y aplausos de gente que suponía era conocida de Kun.

- ¡Bienvenidos! Kun estas hermoso. Estas más delgado, menos mal. Te sienta bien no tener tantas mejillas - Y así continuaron los semi elogios según Johnny, Kun solo miraba todo con una sonrisa asintiendo a cada palabra que le decían. Vio a otro tipo alto que llegó corriendo con una sonrisa en su rostro antes de tirarse sobre su asistente.

- Kun-ge, te extrañé mucho ¿Tú también lo hiciste? Me dijeron que ibas a venir y no dude en estar aquí, también que tienes novio ¿Así de fácil me olvidas -El chico alto se alejo de Kun mientras apoyaba su mano en su pecho haciendo drama, Kun no pudo evitar reír al verlo hacer eso.

- Xuxi, terminamos hace... Tres años, no puedes venir a decirme eso ahora -Le dio un pequeño golpe antes de seguir saludando a todos los presentes. Johnny se sintió pequeño como si todo esto fuera nuevo, camino tras Kun hasta que se encontró con uno de los chicos que estaba en el aeropuerto.

- ¿Cuando nos van a presentar? -El chico de unos 17 años lo miro con una sonrisa apuntando hacía donde venía un tipo, más bajo que él pero con una presencia que lo hacía sentir la piel de gallina.

-Hola, tu debes ser Johnny ¿No? Yo soy Yuta, Yuta Qian, si tome el apellido de mi esposo, soy el papá de Kun -Estiró su mano esperando por la del chico alto, Kun llegó a los segundos de ver como ambos hombres tomaban sus manos en un apretón suave.- Al fin llegas, me tuve que presentar solo... Así que al final no te fue bien escribiendo y te tuviste que meter con el jefe para lograr subir de nivel -Yuta miraba a Kun con el ceño fruncido, los brazos cruzados y una mirada severa que hacía que Kun se encogiera sobre sí mismo.