Uno

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Después de una larga ducha, en la que tenía más que tiempo suficiente para pensar en lo que haría, me había armado de valor suficiente para ir a verlo. Me coloqué mis zapatos y unos jeans claros con una remera blanca para hacer juego y salí de mi habitación. Mi madre estaba en la cocina haciendo el desayuno, Eun Suk, mi hermana pequeña, estaba con la mitad del cuerpo apoyado en la mesa platicandole a mi madre acerca de un niño nuevo en la escuela y Jae Young rodaba los ojos a cada comentario que mi hermana daba sin quitar los ojos de su videojuego. Mi padre bebía de su café queriendo fingir que veía el periódico cuando en realidad escuchaba atento a Eun Suk.

Definitivamente olvidar estas escenas me partiría el alma.

–Jeon Eun Suk, ¿no estas muy pequeña para interesarte en muchachos? –Entre a la cocina, mi madre rió por lo bajo y siguió con lo suyo.

–¡Pero,  hermano, tengo diez años!

–Aún eres un bebé –Está vez Jae Young fue quien comenzó a reír y la pequeña Eun Suk se puso roja.

–¡Tú de que ríes! –Le hablo a mi hermano–.  ¡Tienes doce años y cara de bebé!

–¡Eso no es cierto! –Me miró a mi–. ¿Verdad, hyung?

– No. –Jae le mostró la lengua a Eun Suk–. Tranquila, Sukie. ¿Tan pronto quieres dejar a Winie Pooh?

–¡Mamá, mi hermano me está molestando!

–¡Jeon Jungkook!

Pero a pesar de que quería lucir molesta acabó riendo y cubrió su boca rápidamente.

–Saldré por unas horas. –Avisé–. No llegaré tarde.

–Ve con cuidado –pidió mamá, antes que deje la cocina.

–Si algo le pasa al auto, mejor no aparezcas. –Ese fue papá.

–¡Chan Soo!

Pero el día de hoy no tenía ánimos de conducir, después de que casi me pierdo en el centro no me imagino como sería sí fuera conduciendo. Llegue más rápido de lo que me espere al restaurante donde trabajaba Jimin y desde afuera se podía verlo recorriendo las mesas, entregando pedidos y llevándose platos sucios. Entre al local de comida en cuanto desapareció por la puerta de servicio y busqué una mesa disponible junto a la vidriera. Tomé el menú para esconder mi rostro y esperé a volver a ver a Jimin.

–¿Puedo tomar tu orden o prefieres seguir de incógnito?

–¿Ho-seok? –Baje la carta y vi al nombrado sonriendo tan resplandecientemente–. No tenía idea de que trabajabas aquí.

–Ser un universitario cuesta dinero. –Lo vi reír–. ¿Y tú?

–Sólo estoy de paso. –Mentí y vi regresar a Jimin frente a mí, al parecer si turno había terminado–. Ya debo irme, lo siento.

–De acuerdo. Hasta luego, Jungkook.

Hice una pequeña reverencia para él y salí del restaurante buscando a Jimin, lo vi caminar a unos pasos más alejados de mí así que corrí para alcanzarlo.

–¡Jimin!

Se dio la vuelta y me observó como si fuera una especie de loco que corría por las calles.

–¿Jeon?

–Hola.  –Lo salude al estar frente a él.

–Hola –respondió con algo de incomodidad.

–¿Podríamos tomar un café juntos? –Miró su reloj de muñeca–. Por favor.

–De acuerdo.  –Asintio, pero no se lo veía convencido.

–Nos pegaste un susto de muerte ¿lo sabes?

–¿Yo? ¿A ti?

–Fuí a buscarte. –No lo sabía–. Pero sólo por que Taehyung estaba preocupado.

Imaginen un globo con el título de "esperanza" luego llega Jimin con una aguja que dice "realidad" ya saben el resto.

–Jimin... –Suspire antes de continuar. Saqué de mi bolsillo el collar y lo puse en la mesa–. Quería devolverlo.

Jimin miro con las cejas fruncidas el collar pero no tardó en ablandar su mirada.

–Pasó tiempo desde que no lo veía, en verdad creí que lo había perdido.

–Jimin ¿podrías perdonarme? –Dejó caer el collar de sus manos a la mesa y mantuvo su mirada neutra–. Por lo tonto que he sido contigo. Desde siempre.

–Sería un inmaduro si no lo hago, además te estás disculpando personalmente –Asintió y levantó su cabeza para verme–. Estas perdonado. ¿Feliz?

–No realmente. –Negué con la cabeza–. Pero supongo que es todo lo que recibiré de ti. –Se mantuvo en silencio así que decidí continuar–. ¿Puedo pedirte un favor?

–¿Sí?

–¿Podrias ir mañana al río Han?

–¿Qué?

–¿Sí o no?

Él suspiró, rodando los ojos.

–Claro, sí.

Sonreí, un poco más aliviado.

Día dos: Las cosas no salieron tan mal como las había imaginado, al menos no me grito, cite a Jimin en el rio Han, supongo que sabe por que o al menos lo imagina, allí, a los catorce años fue la primera vez que vi a Jimin, no mentía cuando dije qu...

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Día dos: Las cosas no salieron tan mal como las había imaginado, al menos no me grito, cite a Jimin en el rio Han, supongo que sabe por que o al menos lo imagina, allí, a los catorce años fue la primera vez que vi a Jimin, no mentía cuando dije que quería arreglar todo y será desde el primer al último error hasta que logre perdonarme por completo.

Alzheimer / KookMinWhere stories live. Discover now