Naruto - Ojos de Halcón

I

Prólogo

Hace varios años atrás, ocurrió un suceso que marcaría uno de los días mas amargamente recordados por los habitantes de la Aldea de la Hoja. Este acontecimiento se desenlazó precisamente un 10 de Octubre, dia en el que el Zorro de las Nueve Colas fue desatado en la pacífica aldea para destruir todo a su paso.

Todo esto dio origen en un lugar apartado de la aldea, donde se estaba llevando a cabo el parto de la esposa del Cuarto Hokage de nombre Minato Namikaze, quien estaba intentando con todas sus fuerzas soportar el apretón de mano que su esposa en labor de parto le estaba proporcionando. La esposa del líder de Konoha, una pelirroja de ojos color lila, de nombre Kushina Uzumaki, en su dolor maldecía a su esposo, quien no respondía, simplemente dejaba que su amada ventilara todas sus emociones.

Las maldiciones y el dolor de ambos cesó al mismo tiempo en el que el llanto de un bebé se hizo presente en la habitación, lo cual alegró bastante a los presentes, quienes además de ser la pareja de enamorados, también eran acompañados por Hiruzen Sarutobi, mejor conocido como el Tercer Hokage, de su esposa, y también de uno de sus alumnos de nombre Jiraiya, el sabio de los sapos y uno de los sannins de Konoha.

Todas estas personalidades estaban presentes en caso de que algo malo fuera a pasar, sin contar que el perímetro era rodeado por veinte anbus de élite bajo las ordenes directas del Hokage.

--Felicidades Kushina-sama, Hokage-sama, su hijo nació sano.-- Hablaba la partera, quien sostenía en sus manos a un recién nacido.

--Déjame ver a mi bebé.--

La partera le entrega a la Uzumaki su hijo, un tierno recién nacido de cabello rojo como su madre, y ojos azules como su padre. Dentro de ese momento tierno de madre e hijo, el pequeño tomó con una de sus manos uno de los dedos de su madre, cosa que hizo llorar a Kushina de la felicidad.

--Es hermoso, Minato-kun.--

--Es nuestro hijo, Kushi-chan.--

--Su nombre será Naruto, dattebane.--

En lo que ese momento tan conmovedor sucedía, un enmascarado apareció de la nada por detrás de ambos padres, y arrebató de los brazos de Kushina a su hijo.

--Maldito, ¿quien eres tu? ¿Que quieres?--

--Hm, eso es algo usted ya debería de saber, Hokage-sama.-- Respondía con un tono amenazante el intruso, quien volteaba a ver a la pelirroja, mientras con un kunai tenía de rehén al pequeño Naruto, quien a pesar de la conmoción, estaba profundamente dormido.

En un rápido movimiento, y aprovechando esa micro-distracción por parte del enmascarado, el Namikaze arroja uno de sus temidos kunais de tres puntas a la cabeza de su enemigo, quien logra reaccionar muy por los pelos, y activa una habilidad desconocida para los presentes, la cual permitió que la herramienta traspasase por su cabeza, pero sin matarlo, como si de un espejismo se tratase.

Pero a pesar de la sorpresa por ese raro poder, el líder de la Aldea de la Hoja tuvo que reaccionar aun mas rápido, ya que por lo visto, al momento en el que el enmascarado se convirtió en un espejismo, provocó que el bebé también traspasase el brazo donde era retenido.

Tele-transportándose hacia ese kunai de tres puntas, el Cuarto Hokage evita que el pequeño caiga al suelo. Pero lo que el no sabía, es que este misterioso personaje ya veía venir un escenario así, y eso se vio en el momento en el que Minato se dio cuenta que la manta con la que estaba cubierto el recién nacido, estaba plagada de papeles bomba a punto de detonar.