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Ha transcurrido una semana después de esa plática importante en el restaurante Akimichi, y los cinco maestros han entrado a un juicio especial donde estarán presentes todas las figuras de poder en la Tierra del Fuego: el Consejo Shinobi, el Consejo Civil, el Señor Feudal, y el Hokage, por supuesto.

Mientras todo eso ocurría tras bambalinas, nuestro protagonista favorito y sus amigos hicieron lo que sus mentores les habían dicho hace una semana. Nada fuera de lo normal, siguieron asistiendo a la Academia, algunos mas a fuerza que por gusto, los duelos entre Kenny y Byakuya continuaron, y la arrogancia de Sasuke Uchiha no cesó.

El único gran cambio oculto a simple vista era que ya no entrenaban por separado los cinco, sino que ahora lo hacían en el mismo campo, de hecho, el mas concurrido de la aldea, donde chuunins y jounins también entrenan.

Desde hace tres días que Naruto no ha podido dormir bien, pues horribles visiones lo han atormentado en sus sueños, visiones donde ha visto a una bizarra criatura negra parecida a un humano desnudo pero sin piel y carne, solo los huesos tan negros como la noche. Y esta criatura, ademas de lo anteriormente dicho tiene una larga cola afilada, y siempre cuando Naruto lo ve, esa cosa viene corriendo rápidamente hacia él, levantándose varias veces por la noche antes de que esa arma afilada lo mate en el sueño.

También tenia una horrible pesadilla donde veía a sus dos abuelos morir de manera sangrienta y brutal por un tipo de piel muy pálida y de mirada perversa, siempre acompañado de otro hombre extraño cubierto con una capucha que no dejaba ver su rostro.

Ahora mismo estaban los cinco pequeños en el campo de entrenamiento en el lado este de la aldea, un lugar de tal vez unos ochenta metros cuadrados, equipado con muñecos de entrenamiento, y un pequeño lago que es principalmente usado para la ejecución de jutsus simples. También, se le agregan diferentes terrenos elevados para practicar el escalamiento y la adhesión del chakra en el pie en áreas empinadas.

Mientras los cinco maestros no estaban, dejaron una serie de entrenamientos y ejercicios a toda la clase de mas de treinta principiantes en la espada, mas los cinco que ya todos conocen y que están por encima de los demás estudiantes.

Naruto estaba inmerso en un mar de pensamientos, mas que nada sobre lo que ha estado viendo en sus sueños -o mejor dicho pesadillas-, pero en eso una voz lo saca de su mundo interior.

—Hey. Hey, despierta.— Dice una voz femenina acompañada de una pequeña sacudida de hombros.

—¿Eh? ¿Qué? ¿Cuando? ¿Donde?—

—Desde hace rato que no parpadeabas ni te movías, ¿te pasa algo?— Dice la niña, quien era una de las pocas chicas en esa clase de kenjutsu.

—No es nada, solo recordaba algunas cosas. Nada importante. No te preocupes, Rebecca.— Dice el pelirrojo, sonriendo de manera muy convincente para no preocupar mas a su compañera.

—Está bien, te creeré.—

—Oye, ¿quieres ver algo genial?— Pregunta de la nada el ojiazul, a lo que la chica asiente en respuesta, y Naruto cruza los dedos. —Jutsu Clones de Sombra.—

Al momento, mas de diez replicas, diecisiete para ser mas exactos, aparecieron en el campo de entrenamiento, haciendo que los demás dejaran de hacer lo que estuvieran haciendo. De un momento a otro todo mundo estaba cerca de Naruto, quien no sabía como lidiar ahora con esa situación.

—Wow.—

—Super.—

—¡Genial!—

—¡Eso fue sorprendente!—

—¿Como hiciste eso?—

Las preguntas y halagos no dejaban de caer, cosa que despertó diferentes emociones en sus cuatro amigos, quienes también detuvieron su entrenamiento al ver lo que su amigo pelirrojo había hecho.

Naruto - Ojos de HalcónOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz