Capítulo 6: Un trato justo.

511 42 29
                                    

🔪🔪🔪🔪🔪🔪🔪🔪🔪🔪🔪

-Dios, no podemos pasar.-Murmuró Iara observando que la policía había tomado el control de toda la calle.-Querrán saber qué hacemos aquí a estas horas.

-¿Dar una vuelta? ¿Curiosear? Somos adolescentes y nuestras pintas no son de chicos tranquilos precisamente.-Me reí.-Pero sí, es una mierda, tengo el cuchillo en la sudadera y tú estás herida, llamaríamos demasiado la atención.

-¿Y qué hacemos?

La miré con dudas, si no quedaba más remedio...

-Que no se te suba a la cabeza.-Le advertí mientras me quitaba la parte de arriba del chándal, guardándome el cuchillo dentro del pantalón, justo debajo de los calcetines.

-Tienes ideas para todo ¿eh?

-Cuando se trata de un crimen, claro que sí, si matar fuese un trabajo legalizado, yo siempre sería el empleado del mes.-Me jacté, consiguiente que Iara soltase una carcajada que me levantó el ánimo. Era la primera persona que conocía que fuese capaz de entender mi humor negro.

Me quedé con un suéter negro de mangas largas, fino, pegado a mi cuerpo, Iara se detuvo demasiado mirándome, pude pillarla mordiéndose el labio inferior.

-Eres una pervertida.-Le susurré, metiendo su cabeza por el cuello de mi sudadera, le puse el gorro sobre el cabello de forma que su cuello no se veía.-Así, mejor.

-¿Y ahora?

-Ahora actúa como si fuese el chico de tus sueños.-Le eché el brazo por encima, pegándola a mi cuerpo, comenzamos a andar.

-Eso ya lo eres, no necesito actuar.

-Shh...

Caminamos sin prestar atención a la policía, o fingiendo no prestársela al menos, ella temblaba nerviosa bajo mi brazo, su mano estaba dentro del bolsillo trasero de mi pantalón.

Noté como un agente nos ponía la vista encima, a lo que la acerqué más a mi, besándola mientras le agarraba el culo.

-¡Eh! ¡Chicos! ¿A dónde vais?

-A casa.-Respondió Iara de inmediato, con las mejillas tan rojas como la sangre que manchaba su cuello.

-Es peligroso, no deberíais salir, subid al coche que os llevo.

-Tranquilo, agente, vivimos justo ahí.-Señalé hacia la casa de Iara.

-¿Vivís juntos?-Alzó las cejas.

-Somos primos.-Comentó ella encogiéndose de hombros.

El policía puso de cara de horror.

-Pero si...os estabais...

-Por favor no se lo diga a nuestros padres.-Se adelantó Iara a la impertinencia que yo estaba apunto de soltar por la boca.

Ya iba a mandarlo a dormir.

-Está bien.-Puso cara de descontento.-Volved a casa y buscad otro sitio para haceros manitas, no podemos perder el tiempo con chorradas como estas.

-Sí señor agente, disculpe las molestias, lo sentimos.

-Lo siente ella, yo no.-Me señalé a mí mismo mientras Iara me arrastraba carretera arriba.

-¡¡¡Shhh!!!- Me mandó a callar riéndose.-¡Estás loco!

-¿Ah sí? ¿Llegaste a esa conclusión tú solita o te ayudó a deducirlo alguna de las veces que intenté matarte?

-Tonto.-Tiró de mi robándome otro beso.

Sweet Killer #JeffTheKillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora