Mi refugio eres tú #Sangore

XXXIII

Nagore

Era mi primera mañana en Venecia. Hoy íbamos a ir con Sandra y todos lo de la editorial por los canales para hacer varias fotografías por los sitios más bonitos de la ciudad.

Sandra me estaba ayudando a grabar tomas para mi video de Youtube. También me ayudó con su voz explicando la historia de Maria Callas.

Habíamos parado en mitad del canal, para hacernos fotos en la entrada de una casa que tenía una puerta preciosa. Antes de reanudar la marcha, le pedí a Sandra que me grabará explicando lo que habíamos hecho. Pero nada más mirarla.

Nagore: ¿Quieres casarte conmigo? (dije entre risas)

Ella empezó a reirse, aunque primero puso cara de sorprendida. Yo ya había hecho dos pedidas de mano en el pasado y las dos me habían salido mal. La primera fue mi primer novio, en Basauri, que a falta de un mes, con toda la boda casi preparada lo dejé. Y la segunda vez fue a Sofía. Así que ya era un tema que me lo tomaba con humor.

Seguimos nuestra ruta hacía el Gran Canal.

Sandra

Aunque fuese de broma, me había pedido matrimonio, yo sabía las experiencias que había tenido en el pasado con ese tema. Así que se lo tomaba con humor. Yo la verdad, no me gustaban mucho las bodas, pero con ella todo podía cambiar. Nunca me lo había planteado en  serio.

Seguimos nuestra ruta, fuimos al Puente de los Suspiros, donde Nagore explico a todos sus seguidores el significado de ese nombre. Después fuimos a la Piazza de San Marco, donde ayudé a Sandra a colocarse mejor el pelo para las fotografías. Después fuimos al Hotel Danieli, que era donde se rodó la película, El Turista, de Angelina Jolie y Johnny Depp. Es un hotel con unas vistas espectaculares, tanto al Gran Canal como a la Piazza. 

Después fuimos a tomar algo al Caffé Florian, era una cafetería que estaba fundada en 1720. Habían ido mucha gente ilustre de la época. Pedimos algo de picar porque ya era la hora casi de comer.

Menos que por la tarde ya pudimos ir más tranquilas, estuvimos paseando por sus calles, vimos el atardecer desde el Ponte di Rialto contemplando como la ciudad se teñía de un color rojizo. Después nos fuimos a un restaurante para cenar, nos habían decorado la mesa con muchas rosas y con velas.

Había sido una gran velada, con ella no necesitaba más, las risas no habían faltado, aunque también nos estuvimos abriendo en canal, hablando de nuestros sentimientos. Llegábamos más de dos años y la verdad es que habíamos formado un hogar, con nuestro perro, Nash, nuestro gato, James y nosotras.

Nagore

Le había pedido matrimonio en broma, pero no me importaba casarte con ella y estar toda la vida a su lado. En este tiempo que llevábamos juntas, habíamos formado una familia increíble, con nuestras mascotas. 

Sandra: No importa en que lugar estemos, porque tu eres mi hogar.

Nagore: Y tu eres mi refugio, mi refugio para reír, para llorar, para ayudarme en todo lo que te pido. Cuántas cosas hemos pasado pero ya no hay miedo de decir te amo, como dice Pablo en su canción. Tú eres mi vida entera.

Tras estas palabras, nos levantamos de la mesa y nos fuimos agarradas de la mano por las calles de Venecia. No podía ser más feliz en ese momento, tras abrirle el corazón, otra vez, a Sandra. Lo que me hacía esta mujer era indescriptible.

Cuando llevamos al hotel, nos demostramos lo mucho que nos queríamos, dejando orgasmos enredados entre las sábanas y besos infinitos en nuestros cuerpos. 

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