C u a t r o

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No tuve siquiera tiempo de contestarle, ya que Ester me interrumpió.

— Bueno, elenco, ellos son Álvaro y Karol, y serán los protagonistas de la película. — Dijo presentándonos.

Y luego nos presentó a las personas que serían parte del elenco; Carla Peterson, que será mi madre; Rocío Igarzabal, la esposa abandonada; y, el nuevo dueño de mi corazón, Franco Masini, mi mejor amigo cliché. El resto eran extras muy poco relevantes.

Definitivamente mis compañeros de trabajo son ¡Mi tipo! Porque físicamente no es nada que ver con Ruggero, es rubio, cabello largo, sombra de barba también rubia y una sonrisa fascinante. Aunque parece como de dieciocho, supongo que tiene bastante más. Quiero creer.

— ¿Qué onda linda? Soy Franco. — Dice besando mi mejilla.

— Pues, hola. Soy Karol.

— Capo. — Saluda con su mano a Álvaro.

Mis ojos lo persiguen y veo que actúa como si fuera un adolescente; que horror. Sin embargo, no puedo quitarle los ojos de encima porque es realmente hermoso.

Bendita seas Argentina. Bendita sea mi madre metiéndome a este proyecto con actores increíblemente hermosos.

— ¿Este bombón va a ser el protagonista? — Pregunta Rocío acercándose a mi hijo.

Él asiente con la cabeza, tímido, estoy segura que ni siquiera sabe que es un protagonista.

Comenzamos a conocer al resto de los actores y me mantengo en una conversación con Carla y Rocío, sin embargo, observo a Franco algunas veces; y muchas de ellas nuestros ojos se encuentran.

Este tipo de miradas disimuladas no me trae buenos recuerdos.

No pasa mucho tiempo hasta que vuelve a aparecer Ruggero junto con el resto del equipo de producción, comenzamos a encargarnos de todos los contratos mientras nos cuentan un poco más de qué va la película; dudo que sea exactamente buena, porque al parecer la producción en cuanto a películas originalmente argentinas no es buena, las españolas tampoco, y dudo que lo sea una co-producción, pero al parecer somos un buen elenco. Quiero creer.

Y si fracasa, siempre tendré mi carrera musical.

— Karol, el tema del padre de tu hijo, ¿Solo es secreto para las cámaras o también lo es en cuanto a documentación? Porque- — La interrumpo.

No estoy segura de quién es, y por ello no la llamo por su nombre, pero sé que ya me cae mal. ¿Cómo va a preguntar eso frente a él?

Sé que no soy la única que piensa eso cuando el resto de las personas en la sala la miran con mala cara. El único que no lo hace es Ruggero.

— Soy solo yo.

Sin ser capaz de controlar mi cuerpo, mis ojos se posan en el italiano con rulos que está frente a mí. Me mira. Nuestra mirada se mantiene fija unos segundos que se sienten eternos y creo ver un atisbo de culpa en sus ojos; es efímero, disimulado, casi oculto. Posiblemente, producto de mi imaginación.

— Bueno, ya estamos, ¿No? — Pregunta uno de los productores y todos asentimos. — Entonces en la semana vamos a contactarnos con ustedes, les enviaremos todas las fechas y, yo calculo una o dos semanas, arrancamos las grabaciones. ¿Bien? — Volvemos a asentir.

Dando por finalizada la reunión comenzamos a despedirnos y Franco se acerca a mí.

— ¿No querés ir a tomar algo? — Pregunta con una sonrisa.

— ¿Ahora?

— Si, ¿Por qué no?

— No sé, ¿Porque tengo un nene de dos años que cuidar? — Digo divertida.

Papá. »RuggarolWhere stories live. Discover now