•~Autograph~• [Adrien Agreste x Lectora]

c.6

–¿Te gustaría acompañarme a una sesión de fotos?

–¿Me estás invitado a mi?–le pregunte al rubio.

El asintió energético.

–oh...bueno–dude en mi respuesta pero, ¿Que puedo perder con eso?– Claro

Sonreí y el imitó mi acción.

–bien, entonces nos vemos en la tarde, te iré a recoger ¿Dónde vives?..

Me quedé sin palabras, no podía decirle donde vivo, mamá está en casa y pensaría mal...

–No–dije en cuanto reaccione– vendré a la puerta del instituto, recogerme de aquí...

–esta... Bien..–sus palabras salían con duda, pero al final sonrió

El timbre sonó y todos volvimos a nuestras aulas...

Hoy es el último día que iré a detención... Extrañare eso, talvez cometa alguna que otra falta en el colegio para volver a ver a profesor mako... Después de todo el se queda la mayor parte de su tiempo ahí.

–pueden retirarse..

La clase termino, y ni siquiera le preste atención.. a este paso terminaré perdiendo la materia...

El profesor mako no estaba en el aula 3E.. no había nadie... Fui inmediatamente a la oficina del director a preguntar sobre mi castigo y el profesor.

–buenos días, disculpe, fui al aula de detección y el...–fui interrumpida por la severa voz del director del instituto.

–tubo una emergencia, nada grave, pero ya que este era tu último día demos lo por perdido... Solo por qué eres tú, ya terminó tu castigo.

Una sonrisa se apoderó de mi rostro. Esa era una de las mejores noticias que había recibido en estos días.

–muchas gracias–me despedí y salí del lugar, aún tengo tiempo para cambiarme de ropa, creo que no sería apropiado acompañar a adrien a su sesión de fotos con el uniforme escolar.

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Estaba corriendo al instituto, estaba cansada pero no creí que me dormiría... Ahora no podré llegar más antes que el... Y dudo que logré llegar a la hora acordada...

A lo lejos vi la cabellera llamativamente rubia.

–adrien!–exclame agitando mi brazo para que me viera, al voltear sus ojos se abrieron y su mirada reflejo sorpresa.

–oye.. ¿Estás bien?..te vez cansada–una de las manos del rubio se posó sobre mi espalda frotando suavemente

–no te preocupes estoy bien...–me aparte un poco, la cercanía que había entre los dos me empezaba a incomodar.

–y bueno...–dije aún tratando de recuperar el aliento– ¿A dónde debemos ir?

Adrien me llevo a la plaza que se encontraba a unas cuadras del lugar, en la cual habían instaladas unas cámaras y luces.

Al parecer el único que faltaba era el rubio.

–joven agreste, al fin llegó, por un momento creí que lo vendría–bromeo un hombre que era unos diez años mayor que nosotros, supongo que el camarógrafo–y veo que viene acompañado– se acercó a mí y me examino con la mirada, como si fuera algún ser extraño del que quería sacar más información, esa mirada llegó al punto de causarme molestia y un poco de temor. Quize reclamarle, pero el hablo primero–¿Es su novia?