IN MY MIND - 『명열』 ❥ MYUNGYEOL

F O U R T H

— ¿Sientes miedo?
—Todo el tiempo...

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PSICOSIS – 1° Fase

CUARTO

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— Hola... — Sung Yeol saludó, con voz débil.

Myung Soo lo miraba asustado, fue nuevamente a la casita como todos los días, pero sin esperanzas de que Sung Yeol apareciera. Pero él estaba allí, más pálido que la última vez, y también mucho más lindo.

Estaba sentado en la puerta de la casa esta vez, como si supiera que vendría.

— No pensé que fueras a estar aquí. — reveló.

— ¿Entonces por qué viniste?

Sung Yeol era muy inteligente y tenía una lengua afilada para ser alguien imaginario. Myung Soo se quedó sin respuesta y se sentó a su lado, sorprendiéndose aún más cuando el chico recostó la cabeza en su hombro.

— Me gusta quedarme así contigo. — el más alto habló.

— También me gusta, así que no desaparezcas más, ¿de acuerdo?

Sung Yeol asintió con la cabeza, la misma aún en el hombro de Myung Soo. Entonces se quedaron allí juntos por casi dos horas. Myung Soo terminó hablando un poco sobre su vida, nada profundo. Sólo habló de lo que le gustaba y lo que no le gustaba hacer, lo que más le irritaba en las personas, entre otras cosas.

En ningún momento mencionó a Woo Hyun.

— ¿Tuviste alguna novia, Myung Soo?

El menor tragó en seco.

— Tuve problemas de salud cuando iba a comenzar esa fase. — se rió y el otro hizo lo mismo.

— Hm... — Yeol bostezó e hizo una leve caricia en la mano del menor. — Sé de qué estás hablando. Lo siento mucho. — El chico soltó un suspiro triste, apretando un poco el brazo del otro. — ¿Qué se siente... tener alucinaciones?

— Se siente como el infierno, Yeol. — El chico parecía sorprendido. — No todas mis alucinaciones son como tú. Nunca sé lo que es real y lo que no lo es, aun cuando lo sé, no puedo huir de ellas. Y son tan persistentes... A veces hasta percato el olor, y todo eso comienza a volverme loco. Es simplemente el infierno.

— A-ah... — Sung Yeol abrió la boca para decir algo, pero no encontró las palabras.

— ¿Y sabes qué es peor que el infierno? Es cuando te dicen que eres un enfermo mental... Que nunca más tendrás control sobre tu propia mente. Sabes... — Myung Soo tenía una mirada distante, tal vez él estuviese llorando si no aguantara tanto. — Aún estás allí, todo es igual, todos tus sueños aún están contigo, independientemente de tu enfermedad, que... — las manos de Myung Soo comenzaron a temblar, y maldijo mentalmente cuando dejó una única lágrima escapar. — Sabes, en el fondo, que nunca tendrás una familia propia, esposa, hijos... Tal vez nunca tengas un empleo. Todo se desmorona, todo lo que siempre soñaste. Entonces te encierras en tu propio mundo, casi sintiéndote obligado a eso. Comienzas a odiar a las personas, no aguantas más ver la repulsión en sus miradas, como si dijeran "Es solo un loco", "Loco", "Retardado inmundo". Es como si leyeras eso en sus ojos.

Myung Soo respiró hondo, intentando inútilmente dejar de temblar.

— Entonces te miran con pena, pero la peor mirada de todas... La de tus padres. Ellos siempre me apoyaron, lo sé, pero imagino lo que es para ellos tener un hijo loco dentro de casa, nunca se sabe lo que puede ocurrir.