Capítulo 11. "¿Zorro, no te lo lleves?

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11.

"¿Zorro, no te lo lleves?"

Louis abrió lentamente sus orbes en medio de la llana oscuridad. Había fingido estar durmiendo para cuando había sido la hora de ir a la cama. No tenía intención alguna de escuchar a Harvey, ni hablar con nadie luego de los dolorosos sucesos. Cuando sintió el silencio absoluto en el cuarto, se dio cuenta que finalmente todos se habían dormido.

Nuevamente sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar algunas situaciones en las que claramente se podía notar la tiranía de su novio, sin embargo, el año y pico que le había entregado no solo su cuerpo sino también su corazón, no reflejaban el hecho de ser correspondido.

Y lloró.

Lloró porque siempre existieron aquellos que se lo dijeron, incluso su padre, todo el mundo, pero Harvey ante sus ojos era hache, era el sujeto deseado, el que todos querían y que él, victoriosamente tenía como suyo. Cuando realmente, nunca había sido de esa forma.

Respiro profundo para evitar ahogarse, despacio se enderezó para luego ponerse de pie y salir descalzo de la habitación compartida. Caminó por el lóbrego pasillo que direccionaba hacia el balcón y la escalera que daba encuentro con el comedor y cocina. Quizás un vaso de leche podría calmar su sistema nervioso.

Bajó las escaleras divisando en medio de la oscuridad, el desierto lugar, y respirando con apuro, llegó hasta la cocina. Encendió la luz y recorrió el pequeño sitio; ollas, servicio, cocina, microondas, refrigerador, etcétera.

Abrió la maquina, sintiendo el frío del refrigerador golpear sobre su pulido rostro; tomó con su mano la botella que contenía aquella leche descremada que tanto le calmaba. Una sonrisa melancólica le azotó en su memoria. Él, pequeño, siendo asistido por su madre, en aquellas noches de insomnio, en dónde la intranquilidad no le permitía hacer descansar a su conciencia, por culpa de alguna maldad infantil.

La sonrisa no salía eliminada de su rostro. Era la oportunidad que había esperado con necesidad. Estar junto al amor de su vida en este viaje de aprendizaje y unión. Era lo que siempre había soñado, estar junto a Hache, veinticuatro siete. ¿Sucede algo? respondieron desde el otro lado de la línea. Louis tuvo que tomar aire para poder hablar.

Bebé, t-tengo una noticia para ti No pudo evitar morder su labio inferior. Nervioso. Anhelante

¿Cuál sería? Escucha, bebé, estoy ocupado, voy manejando y mi padre tu sabes lo mucho que odia que,

¡Yo sé, solo, un segundo! ¡Es solo un segundo! interrumpía, Louis. Miró hacía la ventana de su cuarto, apreciando el revuelto cielo que cubría la ciudad

Okay.

Bebé, voy a ir contigo en el gran Atlanta Soltó cerrando fuertemente sus ojos en un movimiento innato de explosión y felicidad. Su corazón parecía no cesar. Tres meses junto a ti, en esta aventura... ¿No es maravilloso, bebé? Abrió sus ojos conmocionado.

Pero Harvey demoró más de tres minutos en ser capaz de responder.

Un ruido le despertó del insustancial recuerdo, virando sus orbes zafiros en dirección a la puerta de la cocina. Divisó una linterna que alumbraba innecesariamente, sus ojos se movieron desde la mano de quién la cargaba, recorriendo el pecho, hasta llegar al rostro.

Atlanta «ls»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora