Atlanta «ls»

Capítulo 15. "La elección"

¿Ya leyeron SIT? ¿que os pareció?

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15.

"La elección"

Deja que grite, que ruja, que llore, deja que pase que todo pasa. —Erreway.

— ¿Louis? ¿Estás bien? —Preguntó la voz de Frank, desde el otro lado de la puerta.

Louis y Harry se miraron estupefactos.

¡Cómo demonios iban a imaginar que el chico, justamente él, iba a aparecer! Louis empujó al mayor, tomando su cabeza, desesperadamente.

— ¿Louis? —Frank, preguntaba nuevamente, golpeando la puerta.

—Eh, s-sí, sí —Titubeó el ojiazul, mientras miraba el rostro inmutable del mayor. ¿Acaso no estaba cagándose como él? —Yo estoy bien. —Logró decir.

—Uhm, vale. —Silencio— ¿Louis? ¿Por qué estás encerrado? ¿Estás con Harvey?

— ¿Qué? —Harry alzó una de sus cejas, mientras de cruzaba de brazos. — ¡No, no! Yo estoy... eh —Miró al mayor con súplica— ¡Ayúdame, por favor! —musitó en dirección al capitán. Harry asintió sin expresión alguna. —Uh, la, eh, panza. — ¿Qué?-

— ¿Cómo?, Lou, estas divagando. Estoy saliendo de la maldita enfermería, quiero acostarme. ¿Me puedes abrir? —insistía.

—Sí, lo sé. —Louis miraba al mayor. Harry entendía que no podía esconderse en ese pequeño cuarto.

En cualquier lugar se vería de todas formas. Su lógica solo le dictaba que su hijo, no ingresara. ¿Si quiera había pensando en el lío que se armaría? Y recién se habían reconciliado.

El ojiverde tuvo una idea tentadora; el rostro indefenso y temeroso de Louis le hizo fantasear en una prueba de que había perdido totalmente la cordura. No iba a montar un espectáculo a su hijo, y tampoco iba a perder la oportunidad de pecar bien. Ya falló, pero haría algo que le hiciera valer la pena su falta.

Louis no entendía lo que estaba viendo a través de sus orbes zafiros. El mayor no le quitaba la mirada de encima, sin expresión, sin temor, sin nada más que sobriedad. Sus grandes manos se posaron sobre su cinturón, y comenzó a desáselo con lentitud y ambición. La boca del menor se entre abrió; sorpresivo, intendible. El ruido insistente de la puerta, sumado a la voz de Frank, se habían esfumado, ahora solo tenía atención puesta sobre el accionar del capitán.

Harry tomo el cinturón en medio de sus manos, una vez que pudo quitarlo completamente.

— ¿Q-que haces? —Susurró, Louis.

—Louis —la voz de Frank se escuchaba a lo lejos, aún intentado ingresar.

—Tus manos. —exigió, bajo un susurro demandante. Louis no podía creerlo.

Con temblor y absorto a la sensación embriagadora del peligro y la excitación, dispuso sus brazos en dirección al capitán, Harry asintió complacido; tomó su cinturón y lo enredó sobre las delgadas muñecas del menor. Abrochó simulando un agarre sin escapatoria, y con una de sus manos, dirigió el cuerpo de Louis, de tal forma en que la espalda del muchacho quedase pegada en contra de la incesante puerta que sonaba.

Estaba volviéndose loco. Lo tenía claro.

Llevó su dedo índice en contra de sus labios carnosos, ordenando que se evitara cualquier sonido. Louis asintió en respuesta, sumiso.