No todo fue Malo

Capítulo 2 - Queremos hijos

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No es secreto para nadie que Noah y yo queremos hijos, han pasado dos meses desde la última vez que hablamos del asunto.

Si, por fin le daré a mi endemoniada suegra, nietos.

Soy consciente de que soy joven pero yo quiero hijos antes de los 30, Noah también. Es un tema que ya hemos discutido anteriormente pero no estamos seguros de cuándo hacerlo realidad.

Es fácil hacer los hijos, el "procedimiento" es muy simple y no es ese nuestro problema.

Noah aunque no lo diga quiere ser papá este año o el próximo. Una vez lo confeso, solo que actualmente no está presionando. Ya me habría quitado el DIU de no ser que dentro de unos meses vamos a cambiarnos de ciudad, nos vamos a la gran manzana. El padre de Noah quiere ponerlo enfrente de una sucursal y yo tendré que dejar la clínica. También tenemos que encontrar la casa, no quiero que vivamos más en un departamento, es bonito lo admito, pero concordamos que si tenemos hijos lo correcto es una casa.

Pero de verdad que si Noah sigue poniendo el trabajo antes que mi embarazo... voy atarlo a la cama y hacer el maldito trabajo yo sola; así conciba mi hijo con él dormido. De verdad, de verdad que no quiero ser una mamá vieja. Quiero disfrutar de mis hijos, caray, quiero el trio de niños corriendo por la sala, espero que tengan las pecas de Noah y su nariz, ¡me volvería loca de felicidad!

Noah quiere una niña primero, quiere una copia exacta de mí. Lo admito, seré feliz con el sexo que sea y además... solo pido esas pecas. Es el único egoísta capricho que le pido al ADN.

Cuidar un bebe será difícil teniendo a mis padres lejos, no tener su apoyo, incluso ahora es difícil verlos por el trabajo, mudarme será otro obstáculo para frecuentarlos. Me consuelo al recordar que mis suegros también se quedaran en la ciudad, de verdad que la distancia es un medio de seguridad cuando hablamos de mi suegra y yo en la misma habitación.

No odio a la mamá de Noah, solo disfruto molestarla, ver su rostro rojo de ira, verla llorar de coraje... bueno, tal vez si la odio un poco. Pero ella se lo busco. Incluso hoy día me busca pelea.

Noah lleva días algo ansioso por su nuevo puesto, tiene mucho que demostrar ante sus colegas y esta la presión de la mudanza. Mi suegra no interviene en mis decisiones sobre la casa pero tiene comentarios muy sutiles y cuando habla con Noah por teléfono es más directa. Ella no quiere que tenga hijos, soy consciente que tiene la esperanza de que su hijo recapacite y me pida el divorcio de una buena vez. Por lo que solo rectifica que soy una santa por no escupir en su comida cuando viene a mi casa.

Noah también está esforzándose últimamente conmigo, sabe que este segundo año de matrimonio fue difícil para ambos. Es un hombre inteligente, conoce mi molestia por ser diferente –no compartimos los mismos intereses- que las otras esposas o novias de sus colegas. Sabe y entiende que me esfuerzo por apoyarlo, ambos somos conscientes que por mucho que moleste; la imagen que tiene ante otros es lo que provoca ciertos grandes contratos, por lo que como su esposa tengo que ser parte de la "imagen" que proyecta Noah. Sigo siendo yo, la misma mujer que conoció, solo que visto más formal y me esfuerzo por dejar atrás mi estado de eterna adolecente. El reconoce que le es difícil ser tan correcto todo el tiempo, pero ir al trabajo y aparentarlo todos los días de la semana hace que se acostumbre a ese profesionalismo. Pero me temo también que Noah me ha hecho aún lado que a varias fiestas importantes fue solo y ni siquiera me aviso. Trato de verlo desde su punto de vista; solo son fiestas por trabajo a las cuales sabe yo no soporto ir y el no avisarme es igual a no molestarme con ello. Mi madre no tiene la misma opinión, ella tolera a Noah, pero no lo aprueba. Esta segura que no es hombre suficiente para mí. En la universidad cuando se dio cuenta que iba en serio con la relación, mi mamá fue muy directa al exponer sus opiniones. Cree que Noah no es el hombre correcto para mí.

Es curioso, tanto mi suegro como mi padre se mantienen al margen con sus comentarios.

Son nuestras madres las que a veces llevan el estandarte en esta batalla silenciosa.

Es imposible que tengamos una navidad en familia, o estamos con los papas de Noah o estamos con los míos... ¿Una reunión familiar? Se intentó en dos ocasiones y fue un fracaso, mientras los hombres hablaban de las trivialidades, mi madre y mi suegra pasaban de provocaciones a gritos. La última vez mi mamá parecía dispuesta a golpear a la madre de Noah. Eso fue dos meses después de la boda; Noah parecía genuinamente alegre con el carácter volátil de mi madre.

Noah y yo tenemos amistades en común, todas hechas en la universidad. En estos dos años intentamos reunirnos durante las vacaciones, no soy íntima amiga de los colegas de mi esposo y solo convivo lo estrictamente necesario con algunas mujeres del trabajo de Noah, usualmente las compañeras de Noah me evitan como la peste, no son groseras tan solo me evitan. No me desanimo, cuento con dos amigas solteras viviendo en NY, con la mudanza podría verlas otra vez y espero tener una relación más cercana con las nuevas amistades de Noah.

En estos momentos estoy ilusionada con la mudanza, estar lejos de mi suegra, la casa y trabajar por ese bebe. ¡Nene con pecas, aquí voy!

Incluso con las ultimas atenciones de Noah, él ha hablado conmigo sobre el hecho de que no quiere que trabaje, considera que el gana suficiente por los dos y prefiere que yo esté en casa cuando termina de trabajar, y tiene razón en que si yo consigo trabajo vamos a pasar menos tiempo juntos. No me hace feliz ser mantenida por mi esposo, pero algunos sacrificios son necesarios; y no es tan malo, no es el fin del mundo ceder en esto.

Mamá lloro por teléfono cuando tome el avión, nos deseó buen viaje.

Cuando llegamos a la ciudad me asuste con todo el ruido y vida que tiene, fue intimidante.

La casa me sedujo en 3,2 segundos.

Mi nueva casa tiene dos pisos, cuatro habitaciones, tres baños, una cocina luminosa y un jardín enorme, tenemos verde por todos lados. Es un buen barrio de clase media-alta, la escuela queda un poco lejos pero hay un parque cerca y un parque de golf aún más cerca. Noah bromea diciendo que haremos una fortuna con todas las pelotas de golf que recogeremos en el patio trasero. También me dio la sorpresa de haber comprado una camioneta para mi uso, dice que el garaje se ve menos vacío así. Yo me puse furiosa con ese gasto, gana dinero pero tampoco tanto y la nueva casa ya es un enorme gasto, Noah se molestó por mi falta de entusiasmo con la camioneta. Pero yo tenía razón, los gastos de la mudanza ya eran elevados y no contamos con tantos ahorros.

Unos días después de la mudanza fui a correr al parque, cuando regrese una camioneta estaba estacionada en la entrada, muy grande y pintada en la onda hippie, algunas caritas felices, nubes y la señal de la paz pintada en la puerta del conductor. Resulto ser mi camioneta.

Noah desquito así su enojo conmigo.

Muy maduro Noah, muy maduro.