Capítulo 10 - Tengo miedo a errar

7.7K 407 40
                                    

                   NO OLVIDES DAR PLAY EN EL MULTIMEDIA!  

<><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><>

  Mi suegra llamó, su veneno llegó igual de potente, no existía distancia que me protegiera de sus palabras. Estaba sarcástica con que su hijo callera con una rubia, ahora solo pedía que callera con una rubia decente. Ella no parecía especialmente feliz pero tampoco le di tiempo, colgué y decidí no atender sus llamadas. Pobre Annie, si se topaba a mi suegra no iba a poder defenderse. 

La infidelidad no está bien vista por nadie, pero algunos; si nadie los mira, lo hacen. En el caso de Noah así fue, sospecho que le ganó la calentura y no pensó en mí. Noah perdió mucha reputación en su "círculo", era un chisme entre muchos, yo quede como una cornuda pero no me molestaba que mujeres como mi suegra, se burlaran de mi desdicha -algunas de ellas o eran divorciadas o no tenían un matrimonio que presumir-. Noah perdió clientes al tener mala fama y estar en la punta del dedo, nadie quiere hacer negocios con alguien que está en boca de todos.

Después de mucha búsqueda conseguí un trabajo en una clínica. Aquí en NY las personas tienen mascotas exóticas a diferencia de mi antigua ciudad. Noah supo de mi nuevo trabajo y estuvo en desacuerdo, antes no le molestaba mi profesión pero sospechaba que el verdadero problema era que yo tuviera independencia económica, era otra forma de ser libre de él. Fue por esa discusión que entendí por qué Noah no se esforzaba más por mi perdón. Él esperaba y apostaba que cuando mis ahorros se agotaran yo hablaría con él. Y no lo negó, de verdad pensaba que yo había llevado las cosas muy lejos al ir por mis maletas y no escucharlo después de admitir su error. Noah pensaba que estaba siendo vengativa al no hablar con él, me grito en medio de la clínica que si lo amara; regresaría a casa, que yo era su realidad, que me amaba y solo estaba dándose un respiro pero buscaría recompensar las cosas conmigo si tan solo regresaba a casa y le daba una oportunidad. 

¡Increíble!, yo también estaba pasando por mucho; me había mudado hasta la otra punta del país, había dejado mi trabajo, mis padres, mi seguridad y todo para que Noah creciera en su carrera, yo me había amoldado en esta nueva vida y nunca me había quejado de la falta de mis padres, de la soledad en casa o su exceso de trabajo. Yo pase sola por la angustia de intentar embarazarme, ¿Y, porque? Por no mortificarlo, por hacer mí parte en este matrimonio. Me había deprimido y había llorado pero aun así estaba siempre para él, para apoyarlo con lo que ocupara. ¿Y él? Con la presión del trabajo había explotado y caído con otra. ¿Cuándo pensó en mí?

Se acostó con otras mujeres, se hizo de una querida y ahora empezaba a pensar; que tal vez no era la primera vez que me ponía el cuerno. Era sospechoso que sus antiguas colegas femeninas me evitaran, posiblemente Noah se había acostado con alguna de ellas, se esparció el rumor, y por pena o vergüenza me evitaban. No estaba segura, pero la sospecha no se iba. Además me había mentido con la infidelidad, habían sido varias mujeres y más de una vez; no solo en su cumpleaños como él había dicho. Me había mentido diciendo que teníamos el dinero contado, pase meses cuidando los gastos cuando en realidad si teníamos dinero, dinero que Noah usaba para mantener a otra mujer.  

Él no pensó en el dolor que me causaría si alguna vez sabía de su aventura. No le importo respetarme a mí, a nosotros.

¿Qué garantía tenía que no volvía a hacer lo mismo?

No podía imaginarme otra vez viviendo en esa casa, si regresaba iba a ver a Annie comiendo en la cocina como si fuera su lugar. Solo él sabe si realmente fue ella quien se metió a la casa o en realidad él la había dejado entrar y yo llegue para presenciarlo. Si regresaba con Noah iba a vivir con el recelo, con su imagen follando a otra en su cumpleaños, la próxima vez que festejáramos esa fecha yo iba a recordarlo. Iba a estar con el miedo de no poder embarazarme y que Noah iba tal vez a compararme con una sana, rubia y completa Annie, ahora más que nunca agradecía no haberle dicho mis problemas de salud.

Siempre iba a desconfiar de Noah, que en algún momento me lastimara. ¿Qué iba a ser de mis sentimientos? Si, podía perdonarlo pero jamás iba a olvidarlo.

Las vacaciones de invierno se acercaban, y yo iba a tomarlas con mi familia. Cuando hable con Noah para informarle que me iba con mis padres y que por lo tanto no fuera a buscarme al departamento, escuche de fondo una voz femenina. No dije nada por teléfono pero le pregunte a Donna cuando volví a verla. Resultó que Noah tenía una socia; canadiense, rubia, alta, joven y de ojos verdes. –Mi racista suegra iba a rechazarla igual, los ojos verdes siguen siendo verdes, no azules-

Cuando me enteré que salían a comer juntos, me puse celosa. Cuando le pregunté a Noah en persona por ella... él se rió. Me enoje por ello y él se defendió diciendo que era esperanzador que todavía fuera una esposa celosa, para él significaba que aún lo amaba y que todavía había posibilidades de que lo aceptara otra vez. No admití nada pero... si, estaba celosa, aun lo amaba. El entre risas me dijo que su socia prefería tenerme a mí en su cama. Lo comprobé cuando Donna vio en persona a la mujer, según sus palabras; no dejo de verle los senos en todo momento.

Noah me pidió que meditara si quería ir sola con mis padres o aceptaba su compañía en el viaje, la verdad no estaba segura. Ni sobre su compañía en el viaje, ni en nosotros.

Todos tenemos miedo de las grandes decisiones, sobre todo miedo a errar.

Yo tenía miedo de dejar a Noah, y vivir con la sensación de haber dejado al amor de mi vida. Pero por igual existía el miedo de regresar con Noah y que fuera un error.

Faltaban unos días para las vacaciones de navidad, seguía sin decidir sobre regresar con Noah y planeaba pasar los días con mis padres para darnos un descanso, a mi regreso afrontaría mi matrimonio.

Hasta tuve un milagro en navidad, mi suegra vino a la ciudad. Ella no aviso a nadie, solo Rebecca y yo estábamos en casa el día en que invadió el departamento. Ella no pregunto por mi salud, mis sentimientos o alguna otra cosa. Fue directo a preguntarme qué clase de media mujer era para dejar que una zorra recién salida de secundaria se quedara con todo lo que yo tenía. No creo que nadie pueda asegurar si su intención era hacerme pelear por Noah, o burlarse de mi situación. Cuando termino de despotricar sin control, salió si es posible más furiosa de lo que entro. Que Dios ayudara a quien se topara en su camino... y feliz Navidad.

_____________________________________________

Siempre que una amiga me dice "voy a regresar con él" recuerdo que es difícil para una dejar ir a ese hombre que amamos y avanzar. Y que aveces necesitamos regresar para RE-confirmar que necesitamos TERMINAR esa relación, necesitamos darnos esta segunda, tercera o cuarta oportunidad para volver a confirmarnos que estamos haciendo un bien al terminar esa relación.  

No todo fue MaloМесто, где живут истории. Откройте их для себя