HÉROE CAÍDO/FALLEN HERO

CAPITULO 2

_"¿Todavía no hay movimiento?" Duan Shun Jie dirigió su mirada al cielo de color oscuro que se estaba convirtiendo gradualmente y luego una vez más miró la posición en el exterior de la tienda que estaba de guardia.

_"Nada. El ejército de Datong no está haciendo ningún movimiento en absoluto".
La respuesta del guardia seguía siendo la misma que antes, sin el más mínimo cambio.

Aunque la respuesta no fue una sorpresa, Duan Shun Jie todavía no pudo evitar mostrar una cara de  decepción debido a la respuesta esperada.

_Pei Jin Tian, ​​deten a las tropas, sin moverte, ¿te estás preparando para lanzar tu ataque de cierta manera?

Las tropas de Pingnan habían completado todos los preparativos para enfrentar al enemigo de frente. No importaba qué tipo de ataque, ya sea un ataque directo abierto o un ataque sorpresa repentino, ya tenían su plan establecido. Sin embargo, el rechazo a entregar la carta que había enviado era como una piedra que cayó en el océano profundo, sin respuesta alguna, tampoco incitó a ningún tipo de respuesta.

Mirando el cielo oscuro que se estába  convirtiendo gradualmente, Duan Shun Jie tuvo la premonición de que hoy también se gastaría en vano. No era como si fuera tan tonto hasta el punto de que no estaría preparado para el ataque sorpresa del enemigo en la noche, el campamento de las tropas de Pingnan estaba rodeado de montañas en tres lados, sin embargo, los cuatro lados estaban rodeados por numerosos arroyos y peligrosas pendientes, si el ejército de Datong pensara en realizar su ataque nocturno por sorpresa en una noche sin luna, sería lo mismo que seguir el camino a su propia condenación.
Pero esta noche... Duan Shun Jie levantó la cabeza para mirar hacia el cielo que había sido cubierto por una capa de oscuridad, esta noche estaba completamente sin luna, así como una noche de verano sofocante y sin viento.

_"Haz que las personas que yacen en una emboscada se retiren". Con una voz más profunda, emitió una orden.

_"General ..." El segundo al mando a su lado estaba revelando una expresión ansiosa, sin embargo, Duan Shun Jie insistió firmemente asintiendo con la cabeza y le dijo directamente que esta noche el ejército de Datong tampoco haría ningún movimiento.

_"Chang Er, dile a la gente en la cocina que envíe mi comida a mi tienda". Ignorando lo que tenía que decir el segundo al mando, Duan Shun Jie giró su cuerpo y salió de la tienda, mientras caminaba le dio instrucciones a un sirviente que lo servía como su asistente personal.

Al llegar a su propia tienda, lo primero que hizo Duan Shun Jie fue quitar todo el envoltorio de su armadura y bajarlo, incluso si la armadura era un salvavidas en ciertos momentos, pero en este extremo calor y la temporada sofocante, podría causarle la muerte por el olor que desprendia antes de cualquier cosa.

Diligentemente, conteniendo el aliento para no oler su propio olor corporal, Duan Shun Jie arrugó las cejas mientras se quitaba la ropa exterior y las envolvía en un bulto, para lavarlas juntas cuando él tenga su propio momento de baño relajante.

Por lo general, este tipo de tarea cotidiana y trivial debía ser atendida por sus sirviente, pero que desafortunado, Duan Shun Jie tenía a su disposición a los sirvientes más inexpertos en el lavado. Cuando estuvo en el Monte Zhongnan y al comienzo de ingresar a las tropas de Pingnan, logró hacer todas estas rutinas diarias. Su maestro Ouyang Fa De insistió en  designar a Chang Er como su asistente varios meses después de haber sido ascendido como Gran General, _¡Debería haber rechazado firmemente esta oferta en ese momento!
En el momento en que uno iba a una expedición o para ir a la batalla, cada prenda de vestir no se podía remendar, por lo tanto, ¡Toda la ropa era una pertenencia tan valiosa!
Antes de arruinar la tercera pieza, mientras lavaba la segunda parte de la ropa interior que estaba arruinada por Chang Er, Duan Shun Jie casi tuvo que rogarle y asegurarle de que no le contaría a nadie más,pero con la condición de que le permitiera recuperar su servicio de lavandería.