Nefelibata; Taegi {Omegaverse}

Cap.3: Efímero

No sabe de que manera durmió la noche anterior.

No pudo dejar de pensar en su futuro cuando se acostó con la intención de dormir. Se mantuvo por horas despierto debido a los constantes pensamientos en su cabeza. No dejaba de hacerse preguntas como "¿Qué le esperaba en esa casa?" O "¿Qué clase de persona es Kim Taehyung?".

Cuando despertó la cabeza le dolía a los horrores, así que se dio un baño para intentar relajarse. Esto le ayudó bastante.

Ya en la habitación se encontró con un conjunto de ropa en la cama. Una simple camiseta a rayas con un pantalón negro y unas zapatillas negras. Junto a esto había una nota de Seokjin, diciéndole que bajara a desayunar cuanto antes.

Y ahora está allí, en el enorme comedor desayunando con el omega de olor a cocos y piñas.

— Hoy te terminaré de explicar el resto de normas de la casa y cual es nuestra función aquí.— le dice mientras unta una tostada com mantequilla.— Ayer no quise presionarte mucho más. Acababas de llegar y bueno...era mejor que descansaras.

Yoongi observa la pequeña sonrisa incómoda en el rostro del contrario.

— Gracias...supongo.— contesta intentando no parecer grosero.

— No es nada.— Seokjin sonríe más tranquilo.

Se mantienen en silencio desde entonces, disfrutando del desayuno. Hacía mucho tiempo que Yoongi no comía algo decente (sin contar la cena de anoche, claro), y todo lo que hay en la mesa le parece un manjar. Ya casi había olvidado lo que era comer al menos un buen cacho de pan.

Huevos revueltos, bacon, todo tipo de mermeladas, el mejor pan, café, chocolate caliente, etc. Es un auténtico banquete.

De repente, un gran revuelo se forma en el hogar.

Todo el personal de la casa se mueve de un lado a otro, acatando las órdenes del mayordomo más anciano, quien no paraba de repetir "Ya vienen, todo tiene que estar listo."

Entonces entran dos sirvientes, una beta y un omega. Estos preparan dos de los lugares en la enorme mesa del comedor, dejando colocados los platos y cubiertos.

Al alboroto de sirvientes yendo de aquí para allá se le suma el potente rugido del motor de un coche, que al parecer está aparcando fuera.

— Todos en sus puestos, por favor.— ordena el anciano a todos.

Yoongi logra escuchar como la puerta del hogar se abre. Escucha también varias voces, siendo capaz de distinguir una más grave entre todas estas.

Su lobo, quien al parecer todavía estaba medio dormido en una bolita, levanta la cabeza ante la conocida voz.

Antes de poder regañar a su lobo, nota como el aroma de su compañero de mesa incrementa, demostrando una enorme felicidad. Yoongi nota como los ojos de Seokjin brillan con emoción y una deslumbrante sonrisa decora su ya hermoso rostro.

— Bienvenidos señores.— saludan con una reverencia los sirvientes dentro del comedor.

— ¡Hobi!.— chilla de repente Seokjin, levantándose rápidamente de su sitio.

Un chico de cabellos rojos recibe al omega con un abrazo, estrechándolo fuerte contra su cuerpo. Cabe destacar que este es alfa, desprendiendo un aroma a madera recién cortada y manzanas.

Yoongi se estremece al ver como ambos se besan. Nunca ha sido muy fan de las demostraciones de afecto en público, no porque no le gusten, sino porque le hacen sentir...¿extraño?. No sabe que palabra elegir.