James y Jane en el bosque prohibido aunque esta vez con una buena excusa.

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Incluso antes de que el sol se ocultara era necesario tener sus varitas preparadas con un lumos pues los altos y frondosos árboles del bosque prohibido parecían no querer dejar pasar la luz a sus adentros. James y Jane iban de excursión con diecinueve años cada uno caminando con las varitas en alto esperando no ver alguna criatura no deseada, en sus tiempos en Hogwarts solían escabullirse en el bosque, pero nunca habían pasado tanto de los límites en los que la desaparición ya podía permitirse.

—¿Por qué tenemos que hacer esto hoy? —preguntó Jane a su hermano quien era el que lideraba la búsqueda que realizaban— ¿y por qué no pediste a alguno de tu escuadrón que te acompañe?

—No tengo un escuadrón aún —le sonrió burlonamente mientras veía a su alrededor apuntando la luz por todas partes para seguir su camino— aún estoy en segundo año.

Jane rodó los ojos con fastidio, todo esto le daba mala espina y James ni siquiera le había respondido la pregunta. Sus ancias de aventuras habían incrementado considerablemente desde que había entrado a la academia de aurores el año pasado y Jane se veía involucrada en muchas de estas misiones porque James le enseñaba los trucos que iba aprendiendo aún en contra de su voluntad.

—Tuve que cancelar mi práctica de esta tarde —le recordó— en cualquier momento me sacarán del equipo

—Serían idiotas si siquiera consideraran eso

—El quidditch profesional es completamente diferente al del colegio —soltó un resoplido— a veces siento que terminarán matándome del cansancio

—Tu eras la que quería entrenamientos inhumanos —se burló— ¿recuerdas cómo se quejaban los del equipo en sexto?

Ella rió ante eso, comenzaron a ganarse el odio del equipo de Gryffindor en cuanto comenzaron a ser capitanes, pero se les olvidaba rápido en cada partido que ganaban.

James de pronto abrió los ojos en su dirección y le apuntó con la varita, solo le dio tiempo de voltearse para ver qué era a lo que hermano atacó en ese momento.

Stupefy —gritó y una araña del tamaño de un huevo de dragón cayó en el aire para luego ser expulsada

—¡Demonios, James! —regresó su vista a su hermano después de ver a la araña muerta— al menos dime qué es lo que buscamos, ¡esa era una de las pequeñas!

James chasqueó la lengua y siguió caminando sin responder. Jane se estaba cansando de eso, no era mentira lo del equipo, la temporada estaba apunto de comenzar y la entrenadora había dicho que cualquier falta daría consecuencias, apenas un año atrás Jane se había ganado el respeto de las jugadoras de su equipo cuando logró anotar tres veces en los primeros minutos en un juego de la liga y no iba a poner su posición en juego, no después de todo el trabajo que había empeñado. James pareció notar su rostro porque después de unas cuantas miradas por fin se decidió a hablar.

—Estuve pensando en lo que dijo papá —Jane alzó las cejas esperando a que continuara— acerca de cómo le gustaría que sus padres vieran lo que él y sus nietos han logrado, que el sacrificio de la abuela Lily no fue en vano

—También escuché eso, pero ¿qué tiene que ver con que estemos en el bosque prohibido hoy?

James se le quedó viendo tal vez pensando o meditando lo que diría a continuación.

—Hace tres años...—pausó recordando, incluso Jane aún tenía problemas con ese pasado— Fred y yo entramos al bosque prohibido en busca de algo

—¿Qué...? —James le pidió que no hablara y continuó con su explicación

—Todos la estábamos pasando mal —vio por los lados y siguió caminando— Lily, Al y yo comenzábamos a cerrarnos entre nosotros ni siquiera intercambiábamos palabras en la escuela, entonces Dom recordó la historia de las reliquias... y una noche nos decidimos a buscarla para decirte adiós

Jane y James [LGJS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora