James y Jane deciden ser independientes

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James ya se había graduado de Hogwarts y la única forma de la que salía de Grimmauld Place era para ir a sus clases en la Academia de Aurores y cuando salía a practicar algo de quidditch para no perder forma. Jane por su parte entrenaba todas las tardes, pero en las mañanas solo estaba en casa; para ambos fue bueno los primeros meses, en realidad era magnífico hasta que su madre se dio cuenta de la manera en la que se pasaban el resto del día que no ocupaban: dormir, tirarse a ver algún programa muggle o hacer magia en casa para divertirse y aquello era inaceptable para Ginny Potter puesto que sus hijos ya tenían el tiempo y la edad para ayudarla en casa.

Fue uno de esos días en los que sus horarios coincidieron y se encontraban haciendo la limpieza del segundo piso, parecía que su madre lo hacía a propósito puesto que tenían un elfo doméstico para tales casos, pero la tía Hermione les había prohibido hacerlo trabajar los fines de semana. Incluso cuando la criatura los ayudaba de vez en cuando llevándoles bocadillos, aquello era tan casando después de severas horas de entrenamiento en sus respectivas disciplinas. 

—Puedes hacer magia, ¿lo sabes no? —preguntó James retóricamente a su hermana cuando ella tallaba con toda la fuerza que podía la esquina del techo de la habitación de Jane que estaba cubierta de una mancha sospechosa— ya baja de ahí.

Jane hizo caso solo para no hacer una rabieta porque no había logrado quitar la mancha del todo y aún sentada en la escoba la dirigió hacia su cama donde James se tomaba un descanso no merecido, por ello le tiró en la cara el trapo que utilizaba causando un quejido de su parte.

—No se quita a mano, mucho menos se quitará con magia.

—Estoy cansado de esto, he estado inventando salidas para no pasar aquí más tiempo y limpiar las cochinadas de Albus.

—Albus es el más ordenado de todos, intenta limpiar la habitación de Lily, es como si estuviera aquí —suspiró tirándose a lado de su hermano— yo también he inventado salidas, pero Dominique se fue a Francia por un tiempo y ya no se qué hacer.

—Igual Fred, me gusta ayudarlo en la tienda pero últimamente se ha encerrado en las bodegas seguramente para crear nuevos productos y no deja ni a su padre entrar para ver lo que hace.

Ambos se quedaron en silencio mientras intentaban no dormirse y agudizaban el oído por si su madre volvía antes de lo previsto.

—Deberíamos buscar nuestro propio lugar —Jane abrió los ojos a la vez que su hermano lo decía.

—¿Dejarlos solos?

—Ya están bastante viejos —respondió James con una sonrisa— se merecen un poco de tiempo a solas.

—Mi paga es bastante buena, podríamos conseguir un lugar en Londres.

—Y yo tengo unos ahorros, cuando comiencen a pagarme podríamos repartirlo por igual.

Ambos intercambiaron esa mirada que a cualquiera daba miedo y con una sonrisa volvieron a sus posiciones iniciales. Estaba decidido, se volverían independientes.

[•••]

Lo habían arreglado todo y Ginny Potter estaba sorprendida con lo que habían logrado, si bien le habían dicho de sus planes, jamás se imaginó que lo hicieran de forma rápida y eficaz. Solo necesitaban una caja cada uno con el hechizo de expansión que su padre había hecho en ellas y al ver a sus hijos mayores bajando las escaleras con todas sus pertenencias, Ginny se puso a llorar.

—¡Hey! —comentó divertido James— ¿estás bien, mamá?

—Si, si... —sorbió la nariz— es solo que ya están tan grandes.

Jane y James [LGJS]Where stories live. Discover now