Jane y James [LGJS]

James y Jane se enteran que su madre tendrá otra niña

Para los gemelos Potter cuatro años eran los suficientes para entender el sentido de la vida, pero fue un balde de agua fría cuando su madre les dijo que se iba a retirar del quidditch.

Ambos pequeños disfrutaban cada partido al que iban en apoyo de su madre y aún cuando el pequeño Albus no entendía nada, ellos se encargaban de explicarle las maravillosas jugadas que la jugadora estrella de la familia hacía y ellos admiraban.

Tres meses después de su retirada, los gemelos comenzaron a notar cambios en el cuerpo de su madre y Jane nunca pasaba nada por alto,  mucho menos se lo callaba. Por eso, una noche mientras su madre preparaba la cena y su padre jugaba con Albus intentando que este se montase en una escoba de juguete, los gemelos descansaban en sus pijamas mientras hacían unos cuantos dibujos debido al cumpleaños de Teddy. Jane observaba a su madre discretamente, especialmente aquel bulto que comenzaba a hacerse más notorio.

—¿No crees que mamá ha ganado un poco de peso? —James alzó su vista y la agudizó para enfocarse en el punto mencionado

—Un poco, será porque dejó el quidditch—se encogió de hombros y siguió con su dibujo —¿cómo se escribe cumpleaños?

Jane se encogió de hombros indicando que no tenía la menor idea así que pidieron ayuda a su padre. Durante la cena, Jane seguía observando a su madre a la que se le veía más feliz, con la cara un poco más redonda y viendo debajo de la mesa Jane podía notar una pequeña hinchazón en sus pies descalzos.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó su padre con voz divertida

—Se me cayó el tenedor —contestó rápidamente y jaló a James por debajo de la mesa también— ¡mira!

—Seguro es porque ahora está más en la tierra que en el aire

Pero Jane se negaba a aquellas lógicas explicaciones de su hermano. Algo sucedía y ella iba a averiguarlo.

No contó el tiempo, pero conforme este pasaba, el bulto en el vientre de su madre continuaba creciendo y llegó a aceptar que tal vez si estaba subiendo de peso dado que su padre iba como loco de un lado a otro cuando a ella le daba hambre incluso en las madrugadas que gracias al ruido que hacían solían despertarla y fue una de esas noches cuando Jane escuchó una conversación.

—Debemos decirles ya, Jane es muy observadora y James siempre saca las peores conclusiones

—¿Crees que se lo tomen bien?

—Por supuesto, además estuvieron durante el nacimiento de Albus

—Es diferente, eran más pequeños y casi no se enteraban.

Y era verdad, un día tan solo llegó su madre con un bulto entre sus brazos y les dijeron a los gemelos que era su hermanito, no repusieron nada y se lo creyeron aunque si que observaron que no se parecía en nada a ellos y seguía sin hacerlo; mientras ellos tenían el cabello cobrizo, una combinación de castaño y rojo, Albus lo tenía completamente negro; los ojos de los gemelos eran de un bonito ámbar y él los tenía verdes, como su padre, pero diferente al de sus hermanos.

Al día siguiente, los tres pequeños Potter se encontraban sentados en un sillón con los pies colgando de este mientras sus padres los veían de frente. Jane y James se encontraban nerviosos, según ellos no habían hecho nada malo esa semana, pero nunca podían saber.

—Niños... —comenzó Ginny pero enseguida fue interrumpida

—¡Fue James!

—¡Fue Jane!

Gritaron los gemelos al mismo tiempo mientras el pequeño Albus reía junto con su padre y Ginny fruncía el ceño ante las acusaciones inesperadas. James y Jane intercambiaron miradas molestas, habían traicionado la confianza del otro aún cuando no habían hecho nada.