Sentimientos

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Parecía que lo que había pensado fue lo mismo que pensaron los demás pues Urbosa, Daryk, Mipha y Zelda miraron a Revali por varios segundos antes de desviar la mirada sin saber qué decir.

—El jefe te recuerda, medio me reconoció a mi y habló mucho de ti, —Link finalmente dijo, haciendo que el Orni lo mirara y se alzara de hombros en un vano intento de hacerlo ver menos importante—. Estará orgulloso de verte.

Revali se quedó en silencio por varios segundos, mirando a sus arruinadas plumas y suspirando al final—. Sí, aún está vivo, podía ver a algunos... especialmente los que intentaron acercarse a Medoh.

—Cada bestia se transformó en una cruel máquina —Mipha suspiró pesadamente—. Estaba casi segura que la lluvia haría que se desbordara la presa y causaría una devastación horrible... también tenía miedo que alguien intentara usar una flecha eléctrica y acabara lastimado.

—Rudania no los dejaba acercarse, ni siquiera tenía que atacar por sí mismo, las erupciones estaban obligando a los Goron a buscar comida en otros lados —Daruk agitó la cabeza.

—Y mi gente estaba asustada día y noche, si se acercaban, aunque fuera un poco, a Naboris, los freía con sus rayos —Urbosa dijo con desdén, mirando de mala forma al castillo—. Menos mal que todos ha acabado.

Link también lo agradecía y agradecía más que hubieran podido cambiar el tema a otro menos problemático, aunque sabía que tendría que hacer algo porque regresaría en cualquier momento, afortunadamente se alargó más cuando escuchó una voz que bien conocía.

—¡Link, lo hiciste! —Sidon gritó mientras se acercaba corriendo, notando a él y a Zelda antes de cualquier cosa.

—Sidon —dijo con una sonrisa, viendo como Mipha se apresuraba a ponerse de pie—. Hay alguien que quiero que veas.

Los ojos del príncipe finalmente se cruzaron con los de su hermana y en un abrir y cerrar de ojos empezó a correr hacia ella, casi tropezándose con un pedazo de madera, pero ignorándolo cuando por fin pudo abrazarla fuertemente.

El resto de los campeones, con excepción de Revali que parecía mantenerse impasible, miraron con alegría a los dos hermanos que ahora eran incapaces de contener las lágrimas.

—Mipha, hermana, ¿cómo es que estás aquí? —Sidon preguntó mientras la levantaba del suelo al notar las heridas en su cuerpo—. Debemos llevarte a la región para que curen tus heridas.

—Fue un milagro de la Diosa, Sidon, pero ellos también necesitan que los ayuden, —Mipha, más que apenada por como su hermano menor parecía más el mayor cargándola de ese modo—. Deberíamos ir todos a la región para que podamos ayudarles.

—Sería lo más sabio, ninguno está en condiciones de viajar a sus respectivos lugares, —Zelda asintió, mirando a los demás—. El desierto y volcán son demasiado duros por ahora y, Revali, no están en condiciones de volar.

Aunque quiso inmediatamente decir que no, que era más que capaz, Revali se sentía agotado y adolorido, había pasado tanto tiempo siendo un espíritu incapaz de sentir dolor físico que el volver a ser una criatura viviente era bastante difícil.

—Por favor vengan, los ayudaremos —Mipha repitió, no apenándose mucho de estar en los brazos de Sidon mientras le limpiaba las lágrimas—. No llores, Sidon, te dije que debías ser fuerte.

—Lo siento, lo siento —Sidon dijo, intentando sonreír como normalmente lo hacía—. Pero sí, ella tiene razón, por favor déjenos ayudarlos.

Urbosa y Daruk aceptaron casi de inmediato mientras que Revali tuvo que tomarse un par de segundos más para hacerlo, mirando a Link antes de desviar la mirada otra vez.

Hope World [Revalink]Where stories live. Discover now