Descubrimientos

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Revali voló, alentando la velocidad de vuelo de Medoh para poder alcanzarla sin problemas, dejando a Link firmemente plantado sobre su espalda y aterrizando justo a su lado, permaneciendo en esa posición antes de caminar nerviosamente hacia la terminal—. Todo está en orden.

Link no dijo nada, entendía el por qué Revali aún se sentía con la necesidad de verificar que todo estuviera en orden, por qué tenía que asegurarse de que Medoh era libre y no terminaría matándolo—. Medoh es demasiado grande para ser una casa y cuando aterriza o se mueve, haría que todas tus cosas rodaran por todos lados.

—¿Has visto como duermen los Rito? —Revali preguntó, desviando la mirada de la terminal para mirar al otro.

—Sí, en una especie de hamaca, —asintió, preguntándose que tenía en la cabeza—. ¿Vas a colgar una hamaca en el medio de la habitación y decir que es tu casa?

—Tu falta de visión y practicidad me sorprende, —Revali resopló—. Dormiré con Medoh volando, las cosas rodando no sucederán, además de que no necesito demasiadas cosas, el área de entrenamiento era como mi casa también.

—Lo sé, —por uno que otro recuerdo que tenía en la cabeza, recordaba que Revali se la vivía en el área de entrenamiento y es por eso que había acomodado el lugar para cocinar y los muebles que había por ahí. El problema era que ahora habían más Orni yendo y viniendo—. Quizá podríamos preguntarle al jefe si pueden construirte una casa.

—¿Qué no me estás escuchando? —Revali dijo con exasperación, aunque entendía el punto del otro, el problema es que no quería atraer demasiada atención hacia él, no después de sus contestaciones del otro día.

—Sí te escuché, pero hay muchos Orni que se la pasan entrenando, no estarías cómodo. —Link suspiró, ocultar los pensamientos que tenía por el otro no había servido hasta ahora, tenía que expresar lo que sentía y quizá con eso ayudaría más a su causa.

—Mi comodidad debería de ser lo que menos te importe, Link.

°°°

—¡Revali! —Link y el mencionado se detuvieron cuando escucharon a alguien llamar al campeón, ese alguien siendo una de las hermanas que gustaban de cantar.

—¿Sí? —Revali preguntó, intentando no mostrar su ansiedad de estar hablando con alguien más.

—Mamá nos pidió hongos vertiginosos para la comida y los mejores están allá arriba, —empezó, señalando hacia la piedra que Medoh rodeaba—. Pero está demasiado alto y no hay suficientes corrientes ascendentes para llegar... sin mencionar que esa ave gigante nos preocupa.

—Así que... quieren que les traiga hongos, —Revali dijo lentamente, su principal duda siendo el por qué le preguntaban a él si a penas y lo conocían.

—¡No! Queremos que nos ayudes a llegar allá arriba, ha pasado mucho desde que pudimos subir, —la pequeña contestó con tono triste—. Eres el único que puede hacer corrientes de aire ascendentes y puede controlar a esa cosa para que no nos ataque.

Link sonrió a pesar de que también se preguntaba por qué le preguntaban a él; estaba feliz de que empezaran a aceptarlo porque siempre se partía la cabeza cada noche pensando en una manera de ayudar a Revali, normalmente fallando y decidiendo dormir en su lugar.

—No atacará a nadie, pueden estar seguras de eso, —Revali dijo, mirando de reojo a Medoh que seguía volando alrededor—. Y sería más eficiente que yo las trajera para ustedes.

—Pero queremos subir, ¡por favor!

Link vio en los ojos de Revali como la duda se pareció sembrar dentro de él y todo por culpa de la mirada adorable e insistente del polluelo; se sorprendería mucho si Revali dijera que no porque él estaba por decir que sí, aunque nadie le había preguntado nada.

Hope World [Revalink]Where stories live. Discover now