Unión

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Lo que despertó a Link esa mañana, para su fortuna, no fue el escuchar a Revali murmurando algo mientras parecía estar sufriendo, pero sí fue algo un tanto diferente. Al principio parecía ser alguien picándole el estómago, pero luego pasó a ser la clara sensación de que alguien le brincaba en el estómago. Obviamente eso lo despertó y lo hizo sentarse de golpe, haciendo que casi se estrellara con aquella bola de plumas rosada que estaba sobre su estómago.

—¡Despertó! —Adla dijo con entusiasmo, mirando a Revali quien se mantenía al pie de la cama.

—Puedo ver que lo despertaste, —sonrió, ignorando los ojos acusadores de Link mientras caminaba a levantarla en sus brazos.

—Lo siento, Link, solo quería despertarte, —Adla se disculpó y Link no tuvo corazón para siquiera seguir enojado por ser despertado tan abruptamente.

—No pasa nada, la verdad ya había dormido mucho, —mintió mientras agitaba levemente la mano para restarle importancia, no había dormido demasiado, estaba preocupado de que Revali pudiera sentir algo peor y se había quedado despierto un buen rato.

Además, lo valía, ver a Revali comportandose tan tranquilamente mientras cargaba a un polluelo en brazos era tierno y el que ella se sintiera bien con ellos valía más que cualquier otra cosa. Una parte de sí estaba emocionado por ver a dónde iría esto mientras que la otra temía que ella resultase herida.

—Link, Revali, buenos días. —Sareli dijo mientras entraba en la posada, mirando a Revali y Adla con una sonrisa—. Hola Adla, buenos días.

—Hola, —Revali susurró de vuelta mientras Adla le agitaba el ala a modo de saludo.

—Buenos días, ¿se encuentra todo bien? —Link preguntó mientras se ponía de pie y se pasaba las manos por el cabello para acomodar los rebeldes cabellos que exigían su libertad.

—¡Claro que sí! —Contestó con expresión alegre, mirando a los tres—. Quería invitarlos a desayunar con nosotros.

Link inmediatamente miró a Revali quien terminó por asentir con una leve sonrisa—. Gracias, allí estaremos.

Sareli lucía contenta con su contestación, sonriendo y asintiendo—. Los esperamos entonces.

Revali la vio irse mientras Adla seguía aferrada a él, girándose a Link después de un par de minutos—. Vas a arreglarte, ¿no? Te esperamos afuera.

Esas palabras implicaba tantas cosas, le hacían sentir emocionado, abrumado e interesante, todo al mismo tiempo. Tuvo incluso que sentarse en la cama otra vez para calmar la agitada mente que tenía. Si tan solo no se sintiera tan incompleto y vacío, podría disfrutar todo muchísimo más—. Puedo hacerlo.

Parecía que las cosas empezaban a tornarse más claras entre Revali y él, entre más recuerdos parecía tener, sentía que entendía las cosas un poco más y que sería más fácil llegar a una conclusión satisfactoria si continuaba así... ¿A qué costo sería? No podía dejar de pensar en qué haría con la información que consiguiera, cómo afectaría su vida o si sabría qué hacer con respecto a ello. No quería perder a Revali.

Agitó la cabeza, ahora tenía que cuidar de Adla, asegurar que ella estuviera bien y que pudieran hacerle entender bien y sin dañarla lo que había pasado con su madre. Ella confiaba en ambos y tenía que mantenerse centrado en ello en lugar de sus propios problemas de memoria.

—Me gusta en salmón y la sopa de hongos, —Revali escuchaba lo que decía el polluelo, mientras la veía saltar alrededor de él toda emocionada—. ¡Sabe tan bien!

En todos sus años de vida más los que había pasado como espíritu, jamás se había imaginado que tendría que cuidar de un polluelo, en realidad, ni siquiera tenía un plan de vida, lo habían traído de vuelta a la vida tan de momento que no sabía qué hacer. Que una tragedia diera a lugar a algo como esto no se le había ocurrido en todos sus años sentado sobre Medoh.

Hope World [Revalink]Where stories live. Discover now