L I B E R T Y | ¡Yandere! ¡Rey! x ¡Rebelde! Reader

Capitulo tres.

— Rah, despierta ya es hora de levantarse. — Siento la voz de Errol a mi costado, al abrir los ojos allí esta — Vamos, ya es la última práctica, y vas a tardar horas el arreglarte. — Solté un suspiro sabiendo a la perfección lo quisquillosa que era Illya para lucir lo que hacía, no dejaba que nadie nos pusiera una mano encima, solo suerte tienen lo chicos que en cuanto al cabello realmente no es nada de qué preocuparse y que no deben llevar tanto maquillaje, me pongo de pie y él sale del cuarto para dejar que me bañe y me vista, cosa que hago, al salir él está allí, esperándome, al desayunar noto la mirada perdida que tiene Malcom, puedo sentir la ira proviniendo de él, a pesar de los años, él sigue siendo alguien un poco impulsivo, luego de terminar vamos al teatro, ya están colocando todo y limpiando, ayudamos también, están algunos actores que Maddock suele invitar para ocupar los papeles en la obra, los asistentes son contados, solo tres, dos chicas y un chico, en cuanto al servicio, son mas, no tengo un conteo exacto, solo los veo de lejos cuando están sirviendo a los nobles, gente común, no pertenecen a la rebelión, tan pronto terminamos empezamos a practicar, solo la obra, en cuanto a las canciones, eso ya lo tenemos bastante claro, al ser nuevo este, debemos tenerlo bien clavado, Maddock asiente satisfecho, siendo señal que ya está listo, almorzamos, mientras la hora se acerca, siento que el ambiente se va poniendo tenso, nadie quiere verlo si no hasta el momento en que debamos acabar con él, nos vamos a bañar.

— Cuidado con mis trajes, especialmente tu. — Apunto a Malcom — Que siempre esperas a último momento para vestirte y me los rompes. — Los chicos ríen, Malcom solo gira los ojos con una leve sonrisa, los actores vendrán dentro de un rato para vestirse y acomodarse aquí, tren a sus estilistas, no ocuparan a Illya, a menos que se trate de algún problema con el vestuario.

— Tu quieres que este listo cuatro horas antes del acto. —

— Dos, necesito saber si aguantara todo el ajetreo. — Se excuso, a veces exagera, pero tiene algo de razón, Malcom siempre es el último en vestirse y arreglarse, cuando estamos detrás de bambalinas llega al último segundo.

— Los dejamos, tengo que transformar a esta niña en una diosa griega. — Los chicos se despiden vagamente, ella toma mi mano y ambas vamos a mi cuarto — Báñate, voy a buscar las cosas. — Hago caso y mientras me restriego ella entra una vez más, escuchó el sonido que produce su caja de maquillaje, sonrió levemente, a pesar de no tener ni un solo movimiento facial, se que disfruta hacerlo, mi pequeña sonrisa cae al recordar quien vendrá, para quien será mi acto, sin evitarlo mi entrecejo se arruga al pensar en él, su típica cara seria desfilando un complejo de superioridad.