Capitulo dieciocho.

1.1K 124 19
                                    

— ¿Por qué no dejas que haga su trabajo? — Reed estaba hablando contigo, eran las primeras horas de la mañana, estaban desayunando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

 ¿Por qué no dejas que haga su trabajo?  Reed estaba hablando contigo, eran las primeras horas de la mañana, estaban desayunando.

 Nunca me ha gustado que un desconocido tenga contacto físico conmigo, la única persona que me hace mi ropa es Illya, es la única con la que me siento cómoda.  Reed dió un suspiro pensado.

 ¿Acaso quieres que la traiga?  Él no lo entendía, aquello lo podía hacer cualquier persona, estabas siendo malcriada.

 Tómalo como algo infantil o lo que gustes, Illya, a parte de Maddock, es la única que me ha visto desnuda, es quien me peina, maquilla y hace todos y cada uno de mis trajes, incluso es quien me ayuda a ponérmelos, desde la primera vez que me mandaron a hacer uno, jamás he pasado por las manos de otra persona.  Habías tocado un buen punto, no es que el supiera mucho, pero inclusive él muchas veces necesitaba ayuda para ponerse los suyos, que más gente te observará en poca o ninguna ropa definitivamente no era algo que quisiera.

 La mandaré a llamar, pero no estarán solas, Verónica las acompañará y los guardias las vigilarán, cuando deba arreglarte estarán en la puerta.  El desayuno acabó, fuiste llevada una vez más a tu cuarto, Verónica no estaba y los guardias se mantenían en tu puerta, del lado de afuera, desde una de las ventanas de tu habitación lograbas ver el frente del palacio, tu aburrimiento era máximo, había que ser realistas, lo único que pasó por tu mente fue cantar, durante un buen rato, eso fue lo que hiciste, practicase primero, lo que más se te dificultaba, luego a cantar como tal, te detuviste unos momentos al ver un auto, por la distancia, apenas podías distinguir, pero una mujer bajo apresurada, al parecer intentando ser detenida por lo que parecía ser algún sirviente, sin éxito, está corrió sosteniendo su vestido directo al palacio, te extrañaste, obviamente lo hiciste, pero, al no ser alguien que reconocieras restante importancia, seguiste observando y tarareando, hasta que un auto familiar se acercaba, te pusiste de pie de golpe esperando que tus ojos no te engañaran, se estacionó en el frente y casi pegaste un brinco cuando viste salir a tus amigos y a tu padre del auto, observarse como interactúan con los guardias, para finalmente, solo quedarse parados allí, Illya fue quien salió escoltada, corriste abriendo las puertas.

 Necesito bajar, es urgente.  Sin esperar respuesta caminaste con paso rápido, con los guardias detrás tuyo, moviste el pie impaciente bajando por el ascensor hasta que por fin llegaste a la primera planta, corriste un poco hasta llegar a la sala principal, encontrándote con que las puertas eran abiertas, frente a esta, estaba aquella mujer de cabello largo, a la distancia, pudiste observar al resto, abrazaste a Illya y está hiso lo mismo.

 Ellos... 

 Lo se, no los dejaron pasar, ven, vamos...  Está vez siendo seguidas también por Verónica fueron a tu habitación.

L I B E R T Y | ¡Yandere! ¡Rey! x ¡Rebelde! ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora