Flores para la Princesa

CITA pt.2

Un brillo bastante peculiar y lindo apareció en su mirada dándole un toque adorable a la hermosa rubia.

Es que estás haciendo mucho por mi...y aún es nuestra primera cita -suspire- tal vez no sea tan complicado enamorarme de ti...

Acaba de hacerme muy feliz con tan solo unas pocas palabras, princesa -afirmo con una sonrisa dulce en el rostro- 

Me alegra saberlo -devolví la sonrisa y noté como se acercaba a mi mientras miraba descaradamente mis labios, negué ligeramente con la cabeza-  entonces...¿Vamos a tu casa? -se mordió el labio y regreso a su asiento-

Si, pero tranquila...hoy no hay nadie -dijo sonriente-

¿Con quién vives? -pregunte curiosa-

Con mi hermano y mis padres -dijo seria- aunque mi relación con ellos no es la mejor...

Disculpa si soy atrevida pero quisiera saber por qué dices eso -tomo mi mano-

Espera a que lleguemos a mi casa y te cuento -asentí- 

Tardamos unos minutos más en llegar a la casa, es evidente que somos de diferente clase social...pero aún así ella no parece ser exactamente parte de una familia sin recursos o de recursos limitados.

Tu casa es muy linda...-dije mientras miraba la casa decorada de forma bastante hogareña- el palacio no es nada parecido a esto...aquí si se siente como si fuera un hogar

¿Tú palacio no es un hogar? -pregunto curiosa-

Es tan grande que algunas veces es difícil encontrar a los demás...está lleno de sirvientes que prácticamente son más tú familia por qué están contigo en todo momento, mis padres tienen deberes con el reino y ahora mis hermanos se ocupan de sus prometidos así que no disfruto de mucho tiempo a su lado -suspire- la vida de una princesa es un tanto solitaria pero aún así no está tan mal -sonreí- 

Pero ahora me tiene a mí para hacerle compañía -me beso en la comisura de los labios-  ven vamos a cenar...-tomo mi mano y me llevo hasta el comedor que estaba decorado no de forma ostentosa pero si bastante linda con un florero lleno de rosas blancas, me quedé mirando las rosas con bastante culpa-

¿Le ocurre algo? -pregunto la rubia ligeramente preocupada-

Las rosas...-suspire- me recordaron a el admirador

No puedes sentirte culpable por eso el este momento...-me ayudo a acomodarme en el comedor- espero que la cena sea de su agrado, princesa...la verdad es que aquí no tenemos cocineros de renombré, solo estoy yo y bueno...hago lo que puedo en la cocina -se alejó a lo que pienso es la cocina, tardó unos minutos y salió con dos platos servidos de una pasta que luce bastante bien- su plato, hermosa Orianna...-puso uno de los platos enfrente de mi- ahora...¿Quiere contarme más sobre su vida en ese hermoso palacio?

No creo que pueda decirte algo que no sepas...después de todo parece que mi vida es más de el pueblo que mía -rei ligeramente-

Triste pero cierto -sonrio divertida-

Mejor cuéntame sobre tu vida en esta bonita casa...-afirme curiosa-

¿Qué quieres saber? -pregunto dulce-

Sobre tu familia...-suspiro-

Tengo un hermano...se llama Charlie y es mayor que yo por un año -suspiro- el no vive aquí desde hace tres años pero aún viene de visita ocasionalmente...mi relación con el jamás fue del todo buena ya que somos polos opuestos y peleamos por todo, además que el disfruta de utilizar mujeres lo que obviamente me molesta muchísimo -suspiro pesado- con mi padre mi relación tampoco es buena desde qué decidí dejar la universidad y ser florista en la florería que le pertenece a mi madre...y bueno, ella es la única que me ha apoyado en todo siempre -sonrio ligeramente-

Me encantaría conocerla -sonreí-

Tal vez algún día lo hagas...-asentí ilusionada- ¿Es demasiado demandante ser la princesa heredera?

Siempre tengo que aspirar a ser perfecta e impecable en cualquier forma, no puedo equivocarme con nada o no sería un ejemplo para mí pueblo -suspire- enamorarme no era una opción por qué los reyes eligen con quién te casarás...muchas personas dependen de ti y de tu preparación para ser reina así que recibes una educación más estricta que la de tus hermanos, además debes participar activamente en los acuerdos y decisiones de los reyes para saber cómo se maneja un reino...

Suena a que es demasiado -afirmo seria-

Es demasiado -suspire- pero amo la idea de cuidar de mi reino y hacerlo un lugar mejor...

Seguimos hablando de cosas distintas durante el resto de la cena, la comida estuvo deliciosa y la compañía se podría definir como extraordinaria...jamás pensé que conocería a otra persona con la que me llevará tan bien además de Milán y ahora que encontré a alguien tengo claro que no puedo dejarla ir. Nos fuimos a sentar en el sofá después de terminar la comida...

Pienso que serás una magnífica reina -sonreí ante su comentario dulce-

Y espero que tú llenes de flores mi palacio -rei ligeramente-

Te aseguro que así será...de hecho ya estoy empezando con esa tarea -aseguro-

¿Que? -pregunte seria pues eso me sonó a que ella es mi admirador secreto-

Las flores que tienes en tu habitación son de mi florería -rio ligeramente-

¡Ah! Si -dije avergonzada- son arreglos preciosos...¿Tú eres quien los hace?

Solo hice dos de tus arreglos...más específicamente uno de rosas azules y otro de rosas moradas, lilas y blancas -sonreí-

El de rosas moradas ha sido mi favorito hasta ahora -la rubia se mostró emocionada-

Ese era el propósito...-se acercó un poco a mí- ¿Quieres saber algo vergonzoso? -asenti lentamente- hace rato cuando fui a recogerte...estaba totalmente loca por besarte pero me resisti por que ahí estaba la princesa Milán y tú servidumbre

Pues te alegrará saber que yo también tenía muchas ganas de besar tus dulces labios...-se acercó más a mi-

Usted tiene una forma muy linda de hablar -afirmo mientras se acercaba aún más a mi- es raro todo lo que siento por ti aunque apenas te conozco...

Lo mismo digo...-mordí mi labio inferior cuando sus labios estuvieron a unos centímetros de los mios-

Sus labios por fin impactaron contra los míos, jamás me sentí tan ansiosa por besar unos labios o por seguir besandolos como ahora...la sensación de besar a esta chica va más allá de lo que las palabras pueden expresar. Sus suaves labios se mueven de forma tranquila y dulce contra los mios mientras sus manos me sujetan quizá buscando que no termine este beso...pero yo tampoco quiero que terminé, ella es hermosa, inteligente y dulce...es de esas personas que no debes dejar escapar por qué podrías arrepentirte. Milán tiene razón, debí luchar por ella y por lo que empiezo a sentir.