Un «Te Amo» Silencioso

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Me encuentro sentada sobre el suelo sucio de la habitación donde nos encerraron, nadie ha venido a decirnos nada sobre mi padre...y no he podido preguntar por Becca, ambas cosas me están matando...estoy asustada, temo por mi reino, por mi familia y por mi novia.

Orianna...-me llamó Elena poniéndose frente a mi-

¿Que ocurre? -pregunte seria-

Lamento que este pasando todo esto...yo jamás quise que algo así pasará -sus ojos se cristalizaron-

No es tu culpa -sonrei lo más que pude-

Si lo es...debí casarme con Finn como el quería, si lo hubiera hecho nuestro padre estaría a salvó y no tendrías que estar así por Rebecca -sollozo- lo lamento...de verdad lo siento mucho

Oye -me miró entre lágrimas- todos merecemos una historia de amor hermosa...tu no eres la excepción, mereces ser feliz y si tu felicidad no era ese odioso príncipe entonces todo está bien...-sonreí- no es tu culpa, es la suya por no saber perder

La castaña se levantó un poco más tranquila por mis palabras y luego se alejó a dónde está mi madre. Nadie más se acercó a mí, todos me conocen lo suficiente como para saber que en este momento prefiero estar sola y poder lamentarme en silencio por todo lo que está pasando; lo cierto es que esto no debería sorprenderme, mi vida en los últimos meses ha sido una constante de subidas y bajadas emocionales...cada cosa que hago parece tener una repercusión importante en mi vida que la mayor parte de las veces termina complicando aún más todo, es como si me hubieran lanzado una maldición para que todo me saliera mal. Mi mente se detuvo cuando la puerta se abrió revelando a el sujeto que nos trajo.

El rey pide que la princesa Orianna vaya a verlo -dijo seriamente-

De ninguna forma dejare ir a mi hija -afirmo mi madre- allá afuera es un campo de guerra...

El rey y el príncipe de Galimore pidieron hablar con la heredera para detener el ataque...es por eso que el rey me pidió que viniera a buscarla -me miró efímeramente-

De acuerdo -me levanté- tengo que ir, mamá...

Si no hay más remedió...-me abrazó- ten cuidado

Lo tendré -mire a mis hermanos y a Milán antes de salir de la habitación-


Empecé a caminar por el mismo pasillo que recorrí hace un rato pero que está vez está lleno de escombros que salieron de no se dónde, baje por las escaleras llegando a el salón de el palacio a el cual le falta una pared y que así como está lleno de escombros también tiene a algunos hombres heridos sobre el suelo; aleje la mirada incapaz de tolerar las imágenes, el tipo que fue por mi abrió la puerta principal de el palacio, salí detrás de el y opte por no mirar nada a mi alrededor, pose mi vista frente a mi dónde está una parte de nuestra seguridad y el ejército de Galimore que atacó mi hogar, pase por entre los hombres que no me dirigieron ni una mirada hasta llegar a donde me esperan el rey Leonardo y Finn junto a mi padre que se encuentra tirado sobre el suelo con una sangrante herida.

¡Papá! -trate de acercarme a el, pero un Finn me lo impidió- suéltame...tengo que ver a mi padre

Primero hablaremos de negocios, princesa -dijo el rey-

Hablaré de lo que quieran con ustedes...solo dejen que lo atiendan -solloce-

No estás en condiciones de pedir nada, Orianna -afirmo Finn y desee como nunca patearlo con todas mis fuerzas-

Estamos interesados en resolver todo esto...-inicio el rey- mi ejército tiene órdenes para que con una palabra destruyan por completo Citabella, pero soy un rey compasivo...y por eso les daré una última oportunidad de redimirse con nosotros -se paro mas cerca de mi- queremos que la princesa Elena se case con mi hijo como estaba pactado...

Esa decisión no está en mis manos, rey Leonardo -admití desesperada por el estado de mi padre- los otros reinos aceptaron el nuevo acuerdo...

Pero usted fue quien lo propuso, ¿No es verdad? -asentí sollozante- por eso mismo tiene el poder de deshacer ese acuerdo....

Pierde el tiempo conmigo...yo no puedo hacer nada si no tengo la aprobación de los otros reinos y de mis padres por qué aún no soy la reina de Citabella

Bueno...-saco un arma de su bolsillo- veo que no quiere ceder ante su padre que está herido de gravedad, así que...-hizo una señal con la mano y dos de sus hombres se acercaron con una mujer de cabello rubio- tal vez lo haga al ver a su pareja

Hicieron que ella subiera la cabeza, de inmediato sus orbes llorosaa impactaron con las mías, el rey apunto su arma hacia mi novia y sin pensarlo disparó contra su cuerpo haciendo que la rubia callera herida sobre el suelo.

¡Becca! -de nuevo trate de acercarme a ella, pero me detuvo un hombre- ¡Suéltame! -grite desesperada-

De pronto todo paso en cámara lenta, ví a el rey caer herido justo a un lado de mi novia luego escuché más y más disparos, el hombre que me tenía retenida me soltó y corri hasta los cuerpos heridos de mi padre y de mi novia, trate de decirles algo pero nada salió de mis labios; sentí un punzante dolor en mi cabeza y un terrible mareo que me nublo la vista, a lo lejos escuché sirenas, entre mis aturdimiento observé a Becca, ella me miró efímeramente con un te amo explícito en sus orbes antes de desvanecerse y yo logré escuchar a Jordan gritar mi nombre antes de sumirme en la obscuridad de la inconsiencia.




Flores para la PrincesaWhere stories live. Discover now