0.2

6.4K 766 71
                                    

La mirada de Luke no se despegaba de la chica, le gustaba hacer sentir a la gente incómoda, y ella parecía tan inocente a lado de él.

Sin embargo ella no era débil, y no le gustaba sentirse así, levantó sus ojos grises hasta topar con los azules de él, y lo reto con la mirada.

-¿Qué miras Hemmings? -Le preguntó la chica con indiferencia.

Aquellas palabras no se las esperaba el rubio, ninguna chica le había hablado así.

Mordió su labio y su piercing con nerviosismo, esto no era normal, ninguna chica lo ponía nervioso.

Winter bajó la mirada de los ojos del rubio a su piercing negro que ahora mordía, y sintió como sus mejillas se volvían rojas, un chico como él, sólo se veía pocas veces.

Luke notó la mirada de la chica sobre su piercing y sus mejillas coloradas, y pensó que jamás había visto algo tan dulce como ella.

El rubio se paró tomando las manos de Winter, y la arrastró hasta la salida, pero falló en su intento de abrir la puerta pues el de seguridad la había cerrado para evitar que escaparán.

-Esta cerrada, idiota.- Dijo Winter con un tono de burla en su voz y soltando su mano del agarre de Luke.

-Wow, me encerraron con Einstein.-Dijo Luke y ella alzó su dedo medio casi colocándolo en su cara. -Bueno talvez no, Einstein tenía modales.

-Einstein tenía más inteligencia para abrir una puerta. -Respondió Winter quitando a Luke de la puerta y tomando un pasador de su cabello, lo coloco en la entrada haciendo que la puerta se abriera.

-Genial. -Susurró Luke cuando la puerta se abrió completamente y miró impresionado a Winter quien salía por la puerta rápidamente.

-Por eso los hombres son el sexo débil, no pueden hacer nada manualmente y pierden la paciencia con todo.- Dijo Winter y comenzó a caminar, dejando nuevamente a Luke con la boca abierta.

-Yo podría hacerte muchas cosas manualmente. -Finalizó Luke guiñandole un ojo, y las mejillas de la chica se volvieron de un color rojo.

Nuevamente el dedo medio de Winter, hizo que Luke le dedicará una sonrisa.

Winter caminaba rápidamente alejando a Luke de ella, sí era posible no lo quería volver a ver nunca, era jodidamente perfecto y ella era tan simple.

Casi estaba apunto de cruzar la salida, cuando una voz conocida retumbó por toda la tienda.

-NO ESCAPARAN. -Era el viejo gordo de seguridad, que venía corriendo hacia ellos, Luke corrió hacia dónde estaba Winter y nuevamente la tomó de la mano para llevarla afuera.

-¿Tu otra vez? -Preguntó la chica mirando como era nuevamente arrastrada por el rubio hacía la salida.

-Dudo mucho que te puedas deshacer de mí. -Salieron rápidamente de la tienda,

Cuando el aire de la calle los golpeo en la cara, comenzaron a correr tirando a cualquier persona que se les cruzará.

Una vez que estuvieron demasiado lejos, Luke paró tomando un poco de aire, pero Winter estaba claramente furiosa.

-Lo logramos. -Dijo Luke, alzando su mano para que Winter chocara su mano con la de Luke.

Winter alzó la mano, pero la estampo fuertemente en la cara del chico, provocando que Luke soltara un gemido de dolor.

-Oye, pero que agresiva. -Murmuró Luke sobando su cara.

-No sólo me metiste en problemas en la tienda, me has traído corriendo por media ciudad, y ahora no se dónde estoy. -Dijo Winter furiosa.

Pero Luke simplemente se reía de que su cara estaba completamente roja y su nariz se inflaba con cada palabra.

Winter no entendía la gracia de estar a miles de kilómetros de su casa, mientras Luke se retorcía de la risa, comenzó a caminar maldiciendo haber conocido a Luke Hemmings.

Stigmatophilia | l.hWhere stories live. Discover now